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Raúl de Tomás, en el centro, observa como Masip evita que su cabezazo entre en la portería en el Real Valladolid-Rayo. LaLiga
Jordi Masip levanta un muro ante la portería del Real Valladolid

Jordi Masip levanta un muro ante la portería del Real Valladolid

El meta catalán ha encajado la mitad de goles en los 11 partidos de la segunda vuelta que en los mismos de la primera

J. A. Pardal

Valladolid

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Martes, 27 de marzo 2018, 18:53

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Cualquiera podría pensar que a los 29 años de edad ya no se puede crecer más. Si a 1 de enero medías 1,80 (como es el caso), es difícil que menos de tres meses después aparentes ser mucho más alto y que tu envergadura ha aumentado. En el caso de Jordi Masip (Sabadell, 1989), parece que esta situación, más propia del surrealismo mágico, se ha dado. Tal vez no han crecido sus medidas, pero sí su acierto a la hora de utilizar su talla, sus reflejos y su colocación para mejorar sus prestaciones cuando defiende la portería pucelana.

El portero catalán ha facilitado, al menos, 7 de los 19 puntos que el Real Valladolid ha logrado en la segunda vuelta, gracias a una muy buena intervención en una falta directa ante el Lugo, una gran parada tras un disparo a bocajarro dentro del área ante el Almería o tras una preciosa intervención ante un casi perfecto disparo de Dorca desde fuera del área en Alcorcón. Antes, fue la pesadilla de Raúl de Tomás, al que le interceptó un gran remate de cabeza antes del empate del Rayo en Zorrilla, y de Marc Gual, al que le ganó en el uno contra uno cuando el Sevilla Atlético aún empataba en su visita a Valladolid, donde terminó perdiendo por 1-0.

El meta ha mejorado de forma notable sus números en esta segunda vuelta del campeonato y tan solo ha encajado 9 tantos, frente a los 17 que ya había recibido una vez terminado el encuentro ante el Lugo de la primera entrega de LaLiga 123. Este buen dato es, en gran parte, mérito suyo, puesto que lo ha logrado tras recibir prácticamente el mismo número de tiros a puerta que en los primeros 11 encuentros de la primera vuelta (44 entonces y 45 ahora).

El paso adelante del futbolista ya quedó patente con sus tres espectaculares paradas en Tenerife que salvaron al Real Valladolid de la quema, en un partido en el que el equipo sufrió mucho para defenderse ante el ataque de los insulares.

Lo cierto es que la mejoría de su equipo en labores defensivas es cuestionable, puesto que no ha redundado en menos disparos sobre la portería de Masip y mucho menos en el número global de tiros en contra. Los rivales del ex del Barça ha realizado diez disparos más en estas once primeras jornadas de la segunda vuelta que en las mismas de la primera (106 frente a 96).

Más tiros, menos goles

En resumen, al Real Valladolid le disparan más ahora que en el arranque del campeonato, aunque el porcentaje de tiros que coge portería es más bajo y el meta está mucho más acertado en sus acciones. Y es que este último dato, más allá de un análisis profundo del tipo de disparos que ha recibido últimamente, es un hecho irrefutable estadísticamente hablando. El meta catalán ha logrado en esta segunda vuelta interceptar el 77,8% de los tiros que los rivales han realizado entre los tres palos que defiende, mientras que a estas alturas de la primera vuelta el porcentaje era mucho peor (63,4%), una cifra que empeoró a la llegada al ecuador del campeonato, cuando solo había conseguido interceptar 53 de los 92 disparos que le había realizado camino del gol.

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