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Jugadores, jugadas y juego

Jugadores, jugadas y juego

Análisis ·

Explica el analista las razones por las que por fin el equipo ha dejado de encajar goles

Javier Yepes

Domingo, 1 de abril 2018, 17:47

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Tres puntos mas, y un escollo menos, en el largo y tedioso camino hacia una clasificación deseada que aún a día de hoy ni estaba clara ni el partido de ayer nos la terminó de presentar como cierta.

Sin embargo, y a fuer de intentar buscar aspectos positivos mas allá de los tres puntos, que al final es lo único importante, ayer fue uno de esos días a tener en cuenta por el como y, aquí reside la gracia, por el cuando.

Del como resaltaría, destacar es complicado, haberlo hecho en inferioridad y habiendo sabido recomponerse a base de cambios súbitos y posiblemente poco esperados para la concurrencia.

No estamos acostumbrados, esta temporada al menos, a ver mantener un marcador a cero con 86 minutos por delante y mucho menos con treinta por jugar y estando en inferioridad; es decir, que algo positivo y novedoso si que hubo. Ítem mas, tal parece que se produce por segunda vez, la anterior fue frente a los dos filiales de la categoría, que en dos partidos consecutivos Massip se marcha dejando la porteria a cero.

En el cuando me parece significativo el que se produzca justo en el momento en el cual el entrenador recompone el sistema a base de prescindir de Herrero para dar entrada a Nacho y pasar a Moyano a posición de central diestro.

En esa figura táctica con dos líneas de cuatro hombres muy próximas y Mata en posición adelantada, todos dentro de nuestro medio campo, se explica lo que durante tantos meses ha traido al equipo de cabeza.

Ha tenido que ocurrir esa expulsión de Olivas para que nos diésemos cuenta de que el centro del campo se cierra con dos volantes juntos entre sí y próximos, muy próximos, a los dos centrales.

Con Luismi jugando por delante de Borja –¡y en solitario!– en el inicio de nuestras maniobras, lleva dejandose huérfano de juego al equipo desde tiempo inmemorial; ayer, con Michel mas cerca de Mata que del balón, era muy complicado que el equipo funcionase como debe hacerlo: de continuo.

El Real Valladolid de esta temporada es equipo de jugadores y jugadas, pero no de juego colectivo, porque en raras ocasiones inician juntos y mucho menos continuan en asociación. Un toque a rebato para sujetar el marcador nos enseñó la clave del éxito. ¡Vaaale!

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