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Sábado, 13 de enero 2018, 15:09
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Masip, Antoñito, Olivas, Deivid, Moyano, Borja, Luismi, Anuar, Hervías, Plano y Mata. 4-3-3. Ese es el esquema con el que Luis César sampedro afronta el inicio de la segunda vuelta y con el que pretende poner freno a la sangría de goles que sufre el equipo. Un sistema clásico que no es necesariamente defensivo, pero que en función de como se aplique sobre el campo dará unos resultados u otros. Por si acaso, para arreglar posible entuertos, en el banquillo quedan Becerra, Nacho, Calero, Míchel, Toni, Chris Ramos y Cotán.
Sea como fuere, el Real Valladolid tratará de reducir espacios, de evitar que en las filas rivales jugadores como Aleñá, Jose Arnáiz o Abel Ruiz campen a sus anchas. Y es que no es mala prueba para el nuevo Valladolid que pretende el entrenador este Barcelona B. Un equipo técnico, presionante, alegre y ofensivo, pero que presenta carencias en defensa, en especial cuando juega en su estadio y se ve obligado a atacar.
El filial azulgrana sale de inicio con A. Ortolá, Martínez, Fali, Palencia (c), Jose Arnaiz, R. de Galarreta, Vitinho, David Costas, Abel Ruiz, O. Busquets, Miranda.
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