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La voz de la afición entra en los despachos

El presidente del Real Valladolid, Carlos Suárez, habla con algunos aficionados después de la última derrota en el campo del Betis.
El presidente del Real Valladolid, Carlos Suárez, habla con algunos aficionados después de la última derrota en el campo del Betis. / Ramón Gómez
  • Carlos Suárez y Braulio Vázquez inauguran el miércoles los encuentros con abonados y otros seguidores para pulsar el sentir popular

Barack Obama cenó el pasado jueves en una hamburguesería de Minneapolis con Rebekah Erler, una contable de 36 años y madre de dos niños que atraviesa problemas económicos. El presidente de Estados Unidos quería conocer de primera mano las inquietudes que afectan a un ciudadano medio de su país. Fue el primer episodio de una serie de encuentros que la Casa Blanca denomina ‘Day in the Life’. Al otro lado del Atlántico, en la ‘Casa Blanquivioleta’, el Real Valladolid ha ideado una iniciativa muy similar. Este miércoles 2 de julio, a las 20:00 horas, la sala de juntas del estadio Zorrilla congregará a 20 aficionados (abonados o no) para que el presidente Carlos Suárez y el director deportivo Braulio Vázquez puedan pulsar directamente el latido de la hinchada. El club lo ha denominado ‘I Encuentro con la Afición’.

La idea surge como feliz prolongación de la última reunión con la Federación de Peñas. Los peñistas, que tienen a Luis Miguel de la Fuente como nuevo presidente, solicitaron una cita con Carlos Suárez. El pasado jueves fue el día elegido. «En el encuentro expusieron opiniones e iniciativas, pero más enfocado hacia el colectivo de peñistas que al de aficionados», explica Mariano Mancebo, portavoz del Real Valladolid, quien también asistió al encuentro. «Pensamos que también podía resultar interesante abrir esas opiniones al resto de la afición, incluso a personas que no fueran abonados. Carlos Suárez fue el gran impulsor de la idea. El consejo de administración la aprobó. Le propusimos a Braulio que participara y no puso ningún reparo. Lo vio con total naturalidad».

El Real Valladolid se movió rápidamente para convocar la primera de estas charlas-coloquio. Decidió restringir la participación a una veintena de seguidores con la idea de «favorecer un clima cómodo y distendido». Con mucha más asistencia, las reuniones corrían el riesgo de convertirse en un guirigay y no en un acto cercano entre los responsables del Real Valladolid y los seguidores. Un formulario en la página web permite inscribirse para el primero de estos encuentros. El plazo finaliza a las 12:00 horas del mediodía de hoy lunes.

«El número de inscritos ya excedía el viernes los veinte previstos, así que elegiremos por sorteo», apunta Mancebo. «No habrá condicionantes. No se exige la condición de abonado para participar en el encuentro. Está abierto tanto a abonados como a aquellos que no lo son. Fue una de las pautas que se marcaron».

Con la inclusión de aficionados sin carné blanquivioleta, el club podrá conocer por ejemplo por qué esos seguidores no se han sumado a la masa social de abonados o qué les condujo a dejar de serlo en su momento. Suárez y Braulio también podrán conocer de primera mano qué esperan los seguidores del nuevo proyecto en Segunda División y podrán responder a las dudas que les planteen.

«A veces crees tener una impresión de lo que piensan los aficionados sobre diferentes asuntos de la actualidad del club y luego te sorprenden. Creo que este contacto con la masa social es positiva. Y no se trata de un encuentro puntual en este momento, sino que estos encuentros se convocarán trimestralmente», anuncia Mariano Mancebo.

Pasado mañana, los 20 elegidos entrarán en la sala de reuniones de Zorrilla y se sentarán en torno a la mesa que acoge las reuniones del consejo de administración y las juntas de accionistas. Los hinchas se representarán a sí mismos, pero sus ideas serán valoradas. «El colectivo de aficionados-abonados es muy difuso. No tienen, como la Federación de Peñas, unos representantes. Las opiniones nos llegan por diferentes medios: gente que acude a las oficinas, las redes sociales, amigos, los medios de comunicación... Ahora, nos aproximaremos más directamente a ellos», sentencia Mancebo. No habrá hamburguesas, como en el caso de Obama, pero sí el mismo interés por ampliar el espectro de opiniones. La voz de la afición blanquivioleta se dejará oír en los despachos de Zorrilla.