El Norte de Castilla
Real Valladolid

fotogalería

Johan Mojica ha sido el último en llegar al Pucela. / Ricardo Otazo

La herencia cafetera

  • Mojica es el último de la larga lista de colombianos que han pasado por el Real Valladolid

El año pasado, Osorio y Alcatraz recuperaban un puente aéreo olvidado. Dos futbolistas colombianos se enrolaban en las filas del Real Valladolid después de siete años. Con Mojica, serán once los jugadores cafeteros que han pasado por el Pucela. Se puede decir que Colombia posee un consulado futbolístico en la capital del Pisuerga.

Fotos

  • Colombianos que han pasado por el Real Valladolid

La selección cafetera irrumpió en la escena futbolística internacional en 1990, en el Mundial de Italia. Colombia regresaba a una Copa del Mundo 28 años después, y lo hizo con estruendo. El combinado su-damericano logró pasar la primera fase con un juego alegre y atrevido que llamó la atención de multitud de escuadras europeas, entre ellas, el Real Valladolid. La entidad blanquivioleta puso sus ojos en el seleccionador de aquel equipo, ‘Pacho’ Maturana, un técnido idolatrado en Sudamérica, y pieza clave en la primera edad de oro del balompié colombiano, ya que bajo sus órdenes, el Atlético Nacional de Medellín se convirtió en el primer club de su país en levantar la Copa Libertadores, en 1989.

Meses después del Mundial de Italia, Maturana fue contratado como nuevo entrenador del Real Valladolid. Pacho no aterrizó solo en la ciudad del Pisuerga. Junto al preparador de Quibdó llegó uno de los referentes de la selección cafetera, Leonel Álvarez, que no tardaría en demostrar el por qué de su fichaje. Álvarez era uno de los hombres de confianza de Maturana. Titular en el Atlético Nacional y en la selección de Colombia, no perdería su condición en el club blanquivioleta. Su físico, su capacidad táctica y su aspecto le convirtieron pronto en uno de los favoritos de la afición. Además, el Real Valladolid completó una buena temporada y salvó la categoría con holgura.

La buena experiencia del primer año provocó que el Real Valladolid incrementase su apuesta por los colombianos en la campaña siguiente. A Leonel Álvarez se le unieron dos compatriotas, René Higuita y Carlos Valderrama. La llegada de estos jugadores levantó una enorme expectación en el fútbol nacional, en especial la del segundo. Valderrama era el estandarte de la mejor selección cafetera jamás vista hasta la aparición de la Colombia de Falcao, James o Cuadrado. El Pibe, como era conocido, llegó al Valladolid con estatus de estrella, después de tres temporadas en el Montpellier francés. Sin embargo, no pudo, o no supo, demostrar la inmensa clase que atesoraba. A lo largo de los años, su paso por el Valladolid ha sido más recordado por el famoso ‘incidente’ con Míchel que por el fútbol que desplegó.

El tercer colombiano que vistió la zamarra del Real Valladolid durante esa temporada fue el cancerbero titular de la selección de Colombia René Higuita, otro futbolista cuyo recuerdo permanece latente en los aficionados. Higuita no era un portero común. Su excelente nivel técnico hacía que en numerosas ocasiones abandonase la meta y se desempeñase prácticamente como tercer central del equipo.

Aquella temporada que pintaba tan bien acabó por ser una de las más convulsas en la historia del Real Valladolid. Los resultados no acompañaron y se buscaron culpables, así que las miradas se dirigieron hacia el clan de los colombianos. A mitad de temporada, la grave situación deportiva y económica que atravesaba el club acabaría con los tres futbolistas cafeteros de vuelta a su país. Jornadas más tarde sería Maturana quien tomase el mismo rumbo. En medio de esta crisis, el presidente, Gonzalo Gonzalo, también se vio obligado a abandonar la entidad. El equipo, que contaba en sus filas con internacionales españoles como Caminero, no pudo evitar el descenso a Segunda División.

Lozano, en el equipo de la UEFA

Tuvieron que pasar cuatro años hasta que se viera a otro colombiano en el Real Valladolid. Harold Lozano llegó a la ciudad del Pisuerga dispuesto a mejorar las prestaciones de sus compatriotas. Y lo consiguió. Lozano ha sido el futbolista colombiano que más años ha defendido la blanquivioleta. Asiduo a su combinado nacional, Lozano era un centrocampista que se caracterizaba por su gran presencia física, y disputó seis temporadas en el Real Valladolid con buen rendimiento. En su periplo vallisoletano, Lozano formó parte del último Valladolid europeo, aquel que disputó la Copa de la UEFA en la temporada 1997-1998. Dejó el club en 2002, año en el que hizo las maletas rumbo a Mallorca.

El siguiente futbolista colombiano en arribar a Zorrilla fue Edwin Congo. En 1999-2000, el delantero fichó por el Real Madrid para, acto seguido, ser cedido al Valladolid. Congo llegaba avalado por las cifras goleadoras que había firmado en el Once Caldas, algo que no refrendó en Valladolid. Pasó con más pena que gloria y solo pudo anotar un gol en los 12 partidos que disputó con el Real Valladolid.

Unos registros similares acreditó Jairo Castillo. El terrible accidente de automóvil sufrido por el uruguayo Germán Hornos en la Navidad de 2004 obligó al Real Valladolid a buscar un sustituto para delantera, y el club escogió para ello a un reputado artillero colombiano, Jairo Castillo. El exariete de Independiente no se acercó al nivel ofrecido por Hornos y firmó un pobre bagaje de 2 goles en 12 partidos. Su aportación no fue suficiente para que el Real Valladolid regresase a Primera.

Quien sí contribuyó a un ascenso fue José Julián de la Cuesta, que formó parte de la zaga del Real Valladolid en la campaña 2006-2007. El central cedido por el Cádiz comenzó la temporada como titular, y no tardó en afianzarse en el eje de la zaga, debido a sus buenas actuaciones. Sin embargo, un choque fortuito con Chema en un entrenamiento le obligó a mantenerse alejado de los terrenos de juego más de seis meses.

Hasta la pasada campaña no llegaron más colombianos al Real Valladolid, pero lo hicieron por partida doble. El primero de ellos fue Gilberto García, más conocido como Alcatraz. Su capacidad para jugar en varios puestos y el hecho de ser internacional con Colombia fueron las razones que lanzaron al Real Valladolid hacia su contratación. Problemas extradeportivos y la falta de continuidad en las alineaciones llevaron a Alcatraz a abandonar el club en el mercado invernal. El otro sería Osorio, a quien también le costó entrar con asiduidad en el once de Juan Ignacio Martínez. A pesar de los pocos minutos de los que dispuso, dejó una buena impresión, pero sus 4 goles no sirvieron para que el Valladolid mantuviese la categoría.

Esta semana se confirmaba la incorporación de Johan Mojica, que se convertirá en el décimo futbolista colombiano que se enfunde la camiseta del Real Valladolid. En sus botas residen las esperanzas de que la irregular relación entre Colombia y el Real Valladolid se consolide de una vez por todas.