El Norte de Castilla
Real Valladolid

El Pucela golea en Íscar

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/ Gabriel Villamil

  • Lejos de la imagen que dio el equipo contra el Burgos la pasada primavera, el Real Valladolid dejó buenas sensaciones en su penúltima prueba antes del comienzo de la temporada

El Real Valladolid ha ganado este miércoles al Burgos en Íscar en un partido dominado de principio y que ha dejado buenas sensaciones a los aficionados. El Pucela, que desde el primer minuto atacaba, amenazaba continuamente a la portería burgalesa, aunque lo único negativo del partido fue el gol del empate del Burgos en el minuto 38, que desencajó al Real Valladolid. Aun así, hacía falta más que buenas sensaciones para olvidar la derrota del sábado en Aguilar contra el Eibar y el último enfrentamiento en El Plantío, la pasada primavera.

Comenzó el partido fuerte el Real Valladolid. Toque a toque y manejando la posesión empezaba a plantear los primeros problemas sobre el área del Burgos. El Pucela manejaba tiempos y controlaba el partido, de menos a más. Y llegó la primera ocasión en el minuto 4: Mojica entraba por la izquierda, la centraba, pero Jorge Hernández, tras un rechace muerto que dejaba el portero del Burgos, la mandaba fuera. El zamorano, aun así, se consolidaba también de menos a más como figura del partido. Jorge Hernández ha subido a la primera plantilla para quedarse.

El Real Valladolid llevaba la batuta y el Burgos obedecía. Así entró el gol de Óscar, en el minuto 12. El equipo se volvó arriba hasta que Jorge Hernández, que aparecía una y otra vez, dejaba el balón muerto en el punto de penalti para que el salmantino anotase el primero. Luego cada vez más, segundo a segundo, en una primera parte que el Pucela tenía controlada, pero que se le escapó por falta de concentración.

Jarro de agua fría

Óscar Díaz perdía un balón tonto en el medio del campo que recogía Antón de Vicente por el centro sin que nadie le tomase en serio. Tanto fue así que el once blanquivioleta miró como el burgalés avanzaba, incluso Dani Hernández que ante el disparo desde fuera del área, pudo hacer más. Necesitaba aire el Valladolid. El gol del Burgos en el minuto 38, bajaba una moral que debía remontar Rubi en el vestuario.

Segunda parte

No es que hiciese falta cambiar jugadores, pero Rubi lo hizo. Quitaba a André Leao y metía a Álvaro Rubio. Y cambiaba de portero para darle una oportunidad a Julio. Lo demás, fue solo cambiar el marcador.

El Pucela dedicó la primera parte a jugar y la segunda a jugar y marcar. Un espectacular segundo tiempo dio sus frutos: exactamente cinco chicharros que el Real Valladolid marcaba poco a poco, como en la primera parte, manejando los tiempos. El primero, en el minuto uno de la segunda parte, de Bergdich. Después Óscar Díaz y luego Omar, que acababa de salir por Jorge Hernández, y recogía también la magia del canterano en el cambio. Luego Bergdich el quinto y Roger, también saliendo desde el banquillo el sexto.

El partido era del Real Valladolid y lo quería demostrar con lo que no había podido hasta ahora en pretemporada: marcando y goleando. El éxito daba para todos, y hasta Julio consiguió lucirse con un paradón en el 37. Dio para demasiado el partido en Íscar. Pero todavía queda el partido del Rayo para demostrar que lo que el Real Valladolid ha hecho hoy no es lo mismo que el gol del Burgos: un espejismo.

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