El Norte de Castilla
Real Valladolid

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Esperando a los Reyes Magos

Hace pocas semanas, en esta misma tribuna, le pedía al Real Valladolid (a quien comparaba con un atleta de fondo) que siguiera trotando y dándonos sorpresas, siempre que fueran positivas. Los peores presagios se están cumpliendo y no solo se han agudizado los calambres, también esos cambios han dejado de funcionar. El hecho de que Rubi no haya repetido alineación en 14 jornadas se ha convertido en un arma de doble filo: por un lado habla bien de la improvisación del míster ante tantas bajas y consigue tener implicada a toda la plantilla, pero también refleja que el Pucela no acaba de encontrar un once que aporte estabilidad. Ante Las Palmas llegamos a dominar buena parte del partido, pero con el penalti en contra llegaron nuevos cambios y más dudas. Tres encuentros seguidos sin ganar, con un solo gol a favor (que llegó a través de un delantero que estaba jugando de extremo) no pueden calificarse ya de mera casualidad. El Pucela adolece de una falta de gol preocupante que, parece, tendremos que solucionar sí o sí en el mercado de invierno.

Debemos afrontar la Segunda División, como lo que es, una competición muy larga en la que ascienden los que saben atravesar mejor este tipo de situaciones. Para el Real Valladolid es fundamental llegar a enero en los puestos altos, para, en 2015, volver a la pelea con piezas y conceptos frescos. Esta dura derrota no tiene que ser negativa; llega pronto y con margen de mejora. Son muchos los equipos que ahora mismo se cambiarían por nosotros (el Betis estará arriba, pero ahora mismo es un polvorín) y las críticas no serían tantas de haber concretado alguna ocasión más antes de ese empate que llegó desde los once metros. Tomemos esta jornada simplemente como un toque de atención. Veo a un Pucela que juega por rachas, que intenta crear y no culmina, y pese a ello marcha en los puestos de cabeza. No pensemos en los que no están ni en los que podrían llegar; sigamos comprometidos y aguantemos un poco más; al menos hasta que llegue ese parón navideño, época de balances y de cambios de cara al nuevo año. Rubi y Braulio se han ganado un voto de confianza. Quedan cuatro partidos de Liga antes de que llegue 2015. Si los pasamos con buena nota, y los Reyes Magos se portan bien, estaremos arriba en junio.