El Norte de Castilla
Real Valladolid

Jugar contra tu alma

El ex futbolista Turiel posa con las camisetas del Real Valladolid y del Alavés.
El ex futbolista Turiel posa con las camisetas del Real Valladolid y del Alavés. / S. C.
  • Jesús Ángel Turiel, entrenador del Atlètico Tordesillas

  • Catroce años en la cantera del Pucela, y un buen día tuvo que jugar en Zorrilla. Reconoce que en ese partido estaba como ido

Si en el documento nacional de identidad de Jesús Ángel Turiel (6 de octubre de 1973) reza que nació en Málaga, él siempre se ha posicionado como vallisoletano y de Renedo, el pueblo de su madre que, por circunstancias laborales, dio a luz en la localidad costasoleña a sus dos hijos varones. Con año y medio Turiel ya estaba y pacía a orillas de la Esgueva.

De chaval no jugaba al fútbol de manera federada. Lo hacía en el colegio interno de Segovia, lugar donde habían peregrinado los Turiel de la Cruz, hasta que una convocatoria con la Selección segoviana le puso en el escaparate. Miguel Hernández, quien si no, fue el que le descubrió y acercó hasta el infantil blanquivioleta que entrenaba Ángel Velasco. Tenía 14 años y unas grandes condiciones que le proyectaron en todas las categorías hasta recalar en el Promesas.

El próximo 19 de noviembre de 1995 van a cumplirse veinte años de la fecha de su debut con el Real Valladolid en la máxima categoría y en un partido que concluyó en empate a uno contra el Celta de Vigo en Zorrilla. «Subí a entrenar con el primer equipo la semana anterior. Yo jugaba de medio centro en el Promesas y debuté de defensa central, donde no había jugado nunca, al lado de Mikel Antía. Había lesionados y sancionados varios centrales y Benítez, que ya me conocía, decidió que jugara en esa demarcación», indica Turiel.

Turiel, en 2000

Turiel, en 2000

Después de catorce años con la camiseta del Valladolid, tras acabar el contrato en la campaña 2000-01 y no escuchar sonidos de renovación, fichó por el Deportivo Alavés que venía de ser subcampeón de la Copa de la UEFA. Allí estuvo tres campañas. «Fui la primera incorporación de ese Alavés que el año anterior había disputado la final de la competición europea al Liverpool», apunta Turiel. Y que antes de caer 5-4 en la prórroga y con gol de oro había derribado varios muros, situando al equipo (a veces de camiseta rosácea) y a la ciudad vitoriana en el foco de muchas miradas y en la mismísima gloria deportiva. Un Euroalavés que, con un caché adquirido, viajó por Italia, Francia e Inglaterra en las pretemporadas y que ese año concluyó en la séptima plaza. «Fuimos líderes durante dos jornadas. Jugué mucho partidos porque era un bloque al que se le daba continuidad. Se lesionó Desio al principio de temporada y yo ocupé esa demarcación de medio volante con carácter defensivo», apunta el de Renedo.

Una plantilla en la que ya se habían ido con destino Milán los dos jugadores más destacados del año anterior, Contra y Javi Moreno, pero que a las órdenes de Mané realizó una temporada espectacular. «De Mané me quedo con que era una gran alineador, más que entrenador. Manejaba muy bien el partido en sí. Si hacemos esto ganamos, nos decía, y alineaba a los que él quería para hacerlo. Manejaba bien el grupo y dejaba libertad». Era un plantel cohesionado donde todos arrimaban el hombro y donde emergían pesos específicos como Téllez y sobre todo Karmona o la figura del presidente Gonzalo Antón «que a final de cada campaña nos citaba uno a uno en lo que llamábamos el confesionario».

Ese año en ambos partidos el Alavés venció 3-1 al Real Valladolid, aunque Turiel no jugó en Zorrilla. Vio el encuentro desde el túnel de los vestuarios y la grada porque se encontraba lesionado.

Sí que lo hizo en la temporada siguiente. El 26 de enero de 2003, el Valladolid cayó nuevamente 1-3 en el Estadio Zorrilla ante el Alavés con tantos de Rubén Navarro e Iván Alonso. Turiel disputó 57 minutos y apenas se le vio por el campo. «No sé cómo no me cambiaron antes. Me encontraba extraño jugando en Zorrilla contra el equipo en el que había estado catorce años. Sin duda estaba más nervioso que el día que debuté en Primera». (Quizás igual que en otra fecha señalada: cuando le tocó desempeñar el papel de pregonero de sus fiestas de Renedo). Y es que ese día de enero Turiel jugaba contra su pasado, su corazón y contra la entidad que le formó como futbolista. Jugaba contra su alma.

Ante el Aris de Salonica, en un Trofeo Ciudad de Valladolid.

Ante el Aris de Salonica, en un Trofeo Ciudad de Valladolid.

Tras una calamitosa segunda vuelta en la que solo ganaron dos partidos, el Alavés descendería a Segunda División. Al año siguiente, el equipo estuvo a un solo paso de lograr el ascenso y se metió en semifinales de Copa del Rey tras eliminar a varios ‘primeras’, entre ellos el Valladolid. Un 14 de enero de 2004 sería el segundo y último encuentro que con el Deportivo Alavés, Turiel se mediría al Real Valladolid en el José Zorrilla. También resultó cambiado a los 51 minutos aunque el Deportivo pasó la ronda tras empatar 1-1 con goles de Óscar González, por parte vallisoletana, y Astudillo, por los visitantes. El Zaragoza, campeón a la postre, fue el que le quebró el sueño copero a los vitorianos.

Para Jesús Ángel Turiel, el fútbol ha sido primero un bonito sueño cumplido, un ver pasar una lógica montaña rusa que iba de arriba abajo, entre Primera, Segunda y Segunda B y volvía, y actualmente un escaparate donde promocionarse ahora que él se siente con fuerzas de dedicarse al complicado terreno de los banquillos y los entrenadores. «Valoro muy positivamente mi carrera futbolística. Jugar en el Real Valladolid que es el club de mis amores, luego otro equipo que jugaba competición europea. De ahí a escuadras de Segunda pero con historia como Elche y Hércules…». Con una casi exacta regularidad ha disputado 398 partidos en su carrera deportiva. 135 en Primera, 135 en Segunda y 128 en Segunda B.

Con Alberto Marcos

Con Alberto Marcos

En su posición actual de entrenador de este renovado Tordesillas donde aparecen en su Junta Directiva antiguos jugadores emblemáticos del club como Óscar Cesteros, tiene a los tordesillanos en una brillante quinta posición cerca de la fase de ascenso, habiendo doblado además el número de socios y de personas que acuden al campo de Las Salinas. Antes de llegar a Tercera división pasó por el Renedo en Segunda Regional, por los infantiles del Real Valladolid y por el Mojados, en Regional Aficionados la pasada campaña. ‘Step by step’ que dirían los anglosajones. «Vas quemando etapas. Creo que habiendo estado en vestuarios de Primera división, me llama el querer llegar a esas categorías aunque son necesarios años de aprendizaje. En Tercera se pueden hacer buenas cosas, pero sería la ‘repera’ ir año a año subiendo de categoría».

Ni de Málaga, ni del Deportivo Alavés, en esos fríos eneros, Turiel demostró que su espíritu, su corazón y su alma son de Renedo, del Estadio José Zorrilla y del Real Valladolid. Como tiene que ser.