El Norte de Castilla
Real Valladolid

desde la banda

Sin Rock&Roll

Ya sabéis que existen las mentiras, las mentiras asquerosas y las estadísticas. Así podemos engañarnos diciendo que el Valladolid es el tercer más goleador de la Segunda División. Treinta y nueve goles a favor y un gol cada cincuenta y cinco minutos nos sitúan como uno de los reyes de la competición en el aspecto ofensivo. Pero las estadística ni es mala ni miente. Sí lo hacen las interpretaciones de esos datos. Veréis, en estadística hay una variable que se llama moda. La moda es la variable que nos dice que valor es el que tiene mayor frecuencia. Y si vemos los goles a favor, el resultado más repetido es el cero. Sí, en ocho ocasiones hemos dejado la portería del rival a cero.

Tres veces lo han hecho Las Palmas, Girona, Sporting o Zaragoza y cinco veces el Betis. Así que si vemos el vaso medio lleno tenemos un gol cada 55 minutos, es decir 1,62 goles por partido. Pero el vaso medio vacío nos dice que en un tercio de los partidos hemos sido incapaces de marcar.

Creo que ser catastrofista estando a dos puntos del liderato en la jornada veinticuatro es ‘postureo’ absurdo. Pero ser triunfalista y pensar que todo va bien, es negar la evidencia sobre los problemas que nos cuesta marcar un gol.

Cuento esto porque el partido del pasado sábado nos dejó a muchos con mal sabor de boca. Conste que prefiero jugar mal como el sábado y ganar 1-4, que hacer el mejor partido de la temporada y perder 1-2 como contra Las Palmas. Pero me niego a que el resultado tape lo que vimos. Más allá de las rachas y de los estados de forma, este equipo ha mostrado a lo largo de la temporada una gran irregularidad. Y cuando parecía que habíamos encontrado el rumbo y el sistema volvemos a las andadas. Volvemos a ser un equipo triste que juega a ritmo de Vals. Pero el fútbol es Rock&Roll. Es alegría y ritmo y eso nos falta.

Para volver a Primera tenemos que volver en Segunda. Hemos demostrado que sabemos y que podemos. Pues manos a la obra. Que el batería marque el compás y el resto de la banda se una a su ritmo.