El Norte de Castilla
Real Valladolid

LEJOS DEL ÁREA

Los fantasmas de JIM

Otro partido que el Real Valladolid pierde lejos de Zorrilla, y lo que es peor, otro encuentro en el que el equipo solo muestra algo de actitud cuando va perdiendo. Comparecían los de Rubi en Ponferrada sin delantero centro, sin uno de sus cerebros (Rubio) y sin uno de los mejores jugadores de Segunda (Pereira), alineación que no invitaba al optimismo. Pese a no entender tanto cambio en el once (no soy entrenador y a veces se me escapan detalles tácticos), di un voto de confianza al equipo y me senté frente a la tele. Fueron, de nuevo, más de 90 minutos de vergüenza y poca actitud sobre el césped; tocaba, otra vez, la cara mala del Pucela.

No puedo entender cómo un conjunto que quiere ascender por la vía directa no sale a morder, sabiendo que todos sus rivales habían pinchado. Parte de la afición se ha cansado ya de las excusas: La Segunda es así, seguimos arriba, tenemos lesionados… Nada justifica que el Real Valladolid golee en unos partidos y en otros se arrastre sobre el campo; un ridículo que, encima, presenciaron cientos de vallisoletanos.

La paciencia se agota y hay gente incluso que compara ya a Rubi con JIM, uno de los peores técnicos que hemos tenido en los últimos años. A mí, la comparación me parece exagerada, pero no está de más recordar que van teniendo peligrosas similitudes. El equipo de Juan Ignacio tuvo muchas ocasiones para permanecer en Primera, pero siempre, en los días clave, cosechaba pírricos empates o derrotas en las que el Pucela adolecía de falta de alma. El conjunto de Joan Francesc, al menos, nos ha dejado algunos buenos partidos y se mantiene bien posicionado, pero también vuelve a ofrecer esa mala cara cuando tiene la oportunidad de despuntar, algo que, de momento, solo ocurre fuera de casa.

Con Juan Ignacio, me duele decirlo, a uno se le quitaban las ganas de ver al Real Valladolid. Semana tras semana no pasaba del empate o la triste derrota y acabó desesperando al aficionado más fiel. Rubi tiene margen de mejora y una buena plantilla. Aún puede espabilar, encadenar varios buenos partidos e inculcar carácter al equipo. La primera prueba no será fácil, un Albacete al que nos enfrentaremos con varias bajas y viajaremos a Girona, exconjunto del míster; dos buenos rivales para demostrar que los fantasmas de JIM son cosa del pasado.