El Norte de Castilla
Real Valladolid

puerta 17

El Día de la Marmota

El día de la marmota en Ponferrada. El domingo, una vez más en esta temporada, el equipo no fue capaz de dar la cara fuera de casa y desde los primeros compases en El Toralín pareció que la Ponferradina nos pasaba por encima. Es la piedra con la que llevamos tropezando prácticamente toda la temporada, no somos capaces de mantener una regularidad fuera de casa y este hándicap puede marcar la diferencia entre ocupar puesto de ascenso directo o de promoción de ascenso.

La cercanía a las diez últimas jornadas, fase en la que decía el míster Luis Aragonés que era donde se jugaban realmente los objetivos, hace que el margen de error cada vez sea menor. Y el Pucela sigue dando la sensación de no parecerse cada día a sí mismo, sino de vivir en una improvisación constante que permite al equipo ganar muchos partidos por la mayor calidad de sus jugadores pero sin sensación de conseguir una estructura colectiva más sólida que permita ver siempre a un Pucela reconocido y reconocible.

Los constantes cambios en el once por parte de Rubi serán en esta próxima semana un imperativo legal ya que no podrá contar con Peña, por sanción, ni con Hernán Pérez y Mojica, por estar con sus selecciones. Además de Roger y Alfaro, que son habituales ya en la enfermería. Peña, tan criticado como titular, no tiene un sustituto natural en la primera plantilla y Rubí deberá elegir entre su hombre de confianza, Chus Herrero, o apostar por el lateral izquierdo filial, Brian Oliván, con quien ya contó en el partido en el Martínez Valero contra el Elche en Copa del Rey.

Hacer un buen partido y conseguir los tres puntos debe ser obligatorio ante el Albacete, un equipo que está coqueteando con el descenso pero que es un rival joven y que vendrá a Zorrilla sin nada que perder y ante un Pucela que en su propio estadio es sinónimo de solidez, ya que sólo ha perdido un partido en toda la temporada en casa, frente a Las Palmas en el mes de noviembre.

Estas dos próximas semanas se antojan clave para afrontar los últimos diez partidos con confianza y a ritmo de ascenso. Y las dos próximas salidas, Girona y Las Palmas deben ser también un punto de inflexión para alejar fantasmas fuera de Zorrilla.

Llevo treinta jornadas buscando sensaciones y motivos para creer en el equipo de Rubi y de momento el único motivo que encuentro es mirar la tabla clasificatoria. Que no es poco, pues es donde se asciende.