Tendrá que esperar una semana más la permanencia matemática del Real Valladolid B, que perdió en el minuto 93 contra el Coruxo (2-1). El conjunto pucelano mereció más en Vigo, pero se topó con la inspiración del portero local y pagó un alto peaje por su falta de contundencia en dos balones colgados al área por su rival. El conjunto dirigido por Rubén de la Barrera suma cinco salidas consecutivas sin conocer la victoria.
Recién cumplido el primer minuto, un disparo de Ayub obligó a Brais a realizar una buena intervención. La réplica del Coruxo no se hizo esperar y resultó eficaz a balón parado. Pazó remató dentro del área un saque de esquina, el balón quedó muerto y el más despierto para aprovecharse del rechace fue Pedro Vázquez. Efectividad máxima del conjunto local.
El Promesas se volcó en ataque para igualar el marcador. Toni estuvo a punto de lograrlo en una acción de estrategia en la que conectó un cabezazo que Ángel sacó bajo palos. Aún más cerca del gol estuvo el Valladolid B siete minutos después: Ayub no supo definir una jugada personal de Jorge, que ya había superado la salida del Brais. La posesión pertenecía al equipo visitante, y el Coruxo se encontraba incómodo, casi sin opciones de montar un contragolpe.
La insistencia del Real Valladolid B tuvo premio en la reanudación. En el minuto 52, Navas protagonizó una acción individual por la banda derecha, metió el balón en el corazón del área y Ayub conectó un cabezazo llegando desde segunda línea y libre de marca. El fútbol hacía justicia a lo expuesto hasta el momento por los dos equipos.
En los últimos diez minutos, el partido pudo caer para cualquier lado. Cuando se estaba a punto de cumplir el tercer minuto de añadido, un balón aéreo originó varios rechaces en el área pucelana, y el central Alberto García desató el delirio en las gradas de O Vao para desgracia de los chavales pucelanos.