El Norte de Castilla
Real Valladolid

El empate más trabajado del Pucela aplaza sus posibilidades de ascenso directo

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Óscar intenta un pase entre tres rivales. / Miguel Ángel Rodríguez Martín

  • El Valladolid consiguió adelantarse en el minuto 66 pero un autogol de Chica siete minutos después estableció un justo empate que no le vale a ninguno de los dos equipos

Fueron seis minutos de intensa felicidad. Los que transcurrieron entre el minuro 66, cuando un gol atribuido inicialmente a Roger, de rebote, puso por delante al Pucela, hasta el 72, en el que otro rebote, esta vez de Chica, desvió un disparo de Araujo que descolocó a Varas para establecer el definitivo 1-1.

El encuentro, en el que Rubi sorprendió con un afortunado Jesús Rueda como pareja de Timor en el centro del Campo estuvo muy igualado. El Valladolid logró contener a Las Palmas en el primer tiempo, con alternativas para ambos equipos, pero en el segundo salió decidido a no tener que esperar más para demostrar su recuperación y seguir aspirando al ascenso directo. De hecho, los primer minutos de la segunda parte fueron un festival blanquivioleta de posesión, control y ocasiones. Roger tuvo varias ocasiones y en sus botas estuvo también la posibilidad de matar el partido tres minutos después del 0-1. Se quedó solo ante Casto y tiro una vaselina con tanta confianza que Casto logró cazarla. Bastaron cuatro minutos para que Araujo protagonizara un contraataque por la izquierda que concluyó con un peligroso disparo. Varas adivinó la trayectoria pero no sirvió de nada su estirada porque el balón toco a Chica, que desvió su trayectoria para llegar al fondo de la red.

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  • Las Palmas 1-1 Real Valladolid

Una segunda parte de infarto

Si durante los primeros cuarenta y cinco minutos ambos equipos demostraron calidad, ambición y posibilidades de llevarse el encuentro, en la segunda dejaron claro que ninguno estaba dispuesto a renunciar al ascenso directo. Ortuño y Araujo, por la unión Deportiva, mostraron los dientes y Roger y Hernán Pérez protagonizaron ocasiones de mérito, mientras que Rueda demostró que la elección de Rubi fue correcta al convertirle en pareja de Timor. Por su parte, Samuel cumplió como central con algunas intervenciones decisivas, sobre todo en la segunda parte.

Tras el descanso, el partido creció en intensidad y también en calidad y oportunidades. El Real Valladolid fue más ambicioso desde el principio pero, tras su gol, Las Palmas reaccionó hasta asfixiar a los de Rubi con contraataques de mucho peligro. Rubi sacó en los últimos minutos a Omar, Pereira y Jeffren en sustitución de Mojica, Óscar y un agotado Hernán, lo que permitió a los pucelanos mantener el tono.

En el equipo local, la salida de Viera, Guzmán y, sobre todo, el veterano Valerón encendieron la mecha de un juego final de pirotecnia en el área del Valladolid que a punto estuvo de cuajar en una goleada. Varas estuvo inmenso en algunas intervenciones y el uno a uno no fue una excepción en su área.

Poco antes del último arreón de Las Palmas, Marc Valiente reclamó un penalti cuando fue derribado en el centro del área local, pero Pizarro Gómez no quiso complicarse la vida. También fue tibio en el área del Real Valladolid,y, aunque mostró siete tarjetas, se lo pensó siempre dos veces antes de amonestar a los jugadores.