El Norte de Castilla
Real Valladolid

El Oviedo apea al Pucela de la Copa del Rey en el primer asalto

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El canterano Ángel fue uno de los jugadores más destacados del Real Valladolid. / ÁLEX PIÑA

  • El Real Valladolid terminó su segundo partido consecutivo con diez jugadores, tras la expulsión en el minuto 50 del central Juanpe por cometer el penalti que propició el primer gol de los locales

El experimento de Garitano volvió a estallarle en las manos. Obligado por la necesidad de probar a los últimos jugadores llegados a Zorrilla antes de continuar su penoso discurrir por la Liga, Garitano cosechó una nueva derrota en el primer asalto a la Copa del Rey frente al Oviedo, un recién ascendido.

De nuevo un error del central Juanpe, rigurosamente interpretado por el colegiado, le costó la tarjeta roja al defensa blanquivioleta y un penalti que cambió en el minuto 51 el signo de un mal partido en el que ambos contendientes se habían repartido la posesión, aunque con más ocasiones en la primera parte para los carbayones.

Toché transformó el penalti y cuatro minutos después, nada más salir al campo, Marcelo Silva despejó mal para dejar el balón a los pies de Hervías, uno de los jugadores más peligrosos del Oviedo, que se sacó un trallazo desde la frontal del área que no logró detener Kepa, a pesar de que fue un disparo por el centro de la portería.

El Real Valladolid, tras unos minutos de desconcierto, consiguió sin embargo rehacerse y demostrar, por segunda vez en cuatro días, que puede llegar a jugar mejor con 10 jugadores. Hasta el punto de que un cuarto de hora después, Alfaro metió el miedo en el cuerpo al Oviedo al transformar un remate a pase del canterano Ángel, que ayer se convirtió en uno de los mejores del Pucela.

El lateral izquierdo cumplió en tareas defensivas, corrió la banda, impuso su físico y puso balones peligrosos, uno de los cuales fue el origen del gol del Valladolid. Incluso, en los últimos minutos intentó el remate, aunque sin suerte.

Garitano probó ayer en el centro del campo al portugués Tiba, sin mucho resultado. Al final sacó, incluso, a Erick Moreno, para probar su corpulento físico en la línea ofensiva pero, a pesar de que todos los jugadores presionaron no lograron el empate.