El Norte de Castilla
Real Valladolid
Una de las intervenciones de Kepa frente al Huesca.LOF
Una de las intervenciones de Kepa frente al Huesca.LOF

Kepa anula el ataque más intenso de toda la temporada

  • A pesar de estar en puestos de descenso, los artilleros del Huesca enviaron 11 disparos entre los tres palos

La del domingo fue una jornada gris para el Real Valladolid, cuya portería fue sometida al mayor acoso en lo que va de Liga. Ocurrió frente a un Huesca que se encuentra en puestos de descenso (19º de 22 equipos); que suma siete goles a favor, uno más que el Pucela, pero que no ha ganado todavía en El Alcoraz.

Yno fue la jornada negra con la que amenazaron los once misiles que llegaron entre los tres palos de la portería pucelana porque Kepa tuvo una noche estelar. Fue casi un ‘casting’ para asegurarse la titularidad en la sub-21 mañana, en Tiflis frente a Georgia.

El Valladolid se apagó en la segunda parte, cuando el tempranero gol del minuto cinco empezó ser un recuerdo. Lo cierto es que Garitano no pudo contar con dos de sus centrales –Samuel, sancionado, y Marcelo Silva, lesionado– y Tevenet y los artilleros del Huesca lo debieron de tener en cuenta, porque pronto se descubrieron lo blandita que estaba la zaga visitante. Machis fue el más incisivo, pero Tyronne, Camacho, Fran Mérida o Mainz, que pudo marcar de chilena, no dudaron en poner a prueba al portero vasco del Real Valladolid durante toda la segunda parte.

La facilidad con la que un recién ascendido que lucha por la permanencia puso cerco a la portería del Real Valladolid y en muchos apuros para mantener un resultado positivo es un mal diagnóstico para las aspiraciones pucelanas.

El Real Valladolid, tras el fracaso en Huesca, se sitúa tras siete partidos de Liga, a cuatro puntos del ascenso directo y a dos de la promoción, pero también a dos del descenso. Técnicos y jugadores están de acuerdo en que queda mucho campeonato pero cada nuevo partido empieza a ser un plebiscito.