El Norte de Castilla
Real Valladolid

El perfil ideal

Especular en estos momentos sobre quién será el próximo entrenador del Valladolid puede ser un ejercicio interesante, pero probablemente poco útil. Nombres sobre la mesa pueden ponerse decenas de cientos, empero no se trata de eso. La pregunta que hay que contestar es ¿cuál ha de ser el perfil que necesita el equipo? ¿Queremos un entrenador motivador, uno duro, uno que vaya a sumar puntos sin preocuparse del juego?

Braulio y Suárez tienen por delante una elección nada fácil, en la que no pueden equivocarse, además. Si cambian al técnico, lo saben, se producirá proablemente una reacción cuasi inmediata. Es lo normal. Pero lo que hay que saber es si esa reacción se va a prolongar en el tiempo. Pero si cambiamos al entrenador y el equipo sigue igual, entonces las cosas se pondrán muy mal. Pasó el año de Antonio Gómez y Abel Resino ¿recuerdan? La diferencia está en que cuando Gómez fue destituido, el equipo transitaba por la zona media alta. Y ahora transita, directamente, en la de descenso. El margen de recuperación se recorta.

Casi todas las apuestas se dirigen a Quique Setién. Un hombre que cumple muchos requisitos: experiencia, ascendencia sobre los jugadores, personalidad, mano izquierda, conocimiento de la categoría. Pero Setién es un hombre peculiar, que reclama tranquilidad para trabajar, tiempo para hacer las cosas. No le gusta la presión excesiva, las urgencias, las apreturas. Y de esta forma de pensar y de ser emana directamente la segunda pregunta: ¿cuánta urgencia y cuanta paciencia tiene el club y, sobre todo, la afición?