El punto arrancado el domingo a la UD Almería en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ha tenido un alto precio para el vestuario, muchos de cuyos jugadores mostraron ayer las secuelas de un partido duro, a pesar de que el acta del encuentro no reflejó situaciones de especial violencia.
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En el primer entrenamiento de la semana, celebrado durante la mañana del martes en los Anexos, las bajas se hicieron notar. A las de Alfaro y Erick Moreno, se sumaron las del portero Kepa, Óscar y Manu del Moral. Álvaro Rubio entrenó con cautelas y Timor, Tiba y Chica acudieron a la sesión, pero su estado físico estaba condicionado por golpes que recibieron en Almería.
El más tocado, además de Del Moral, era Kepa, que oficialmente no es duda para el encuentro del sábado frente al Leganés en Zorrilla pero cuyo aspecto físico era alarmante. En varias zonas de la cara se notaban los tacos que le dejó marcados Chulí en una de las jugadas más comprometidas para la integridad física del cancerbero vizcaíno. La lumbalgia de Óscar y la elongación en los isquios de Rubio mantiene la duda de su participación el próximo sábado.