Hurgar en la clasificación de la Segunda División y la Segunda B, en las que militan el Real Valladolid y su filial, puede destapar hallazgos sorprendentes, como el hecho de que dos equipos del mismo club no solo compartan presidente o lleven el mismo sello en las nóminas o los contratos, sino que el uno es el reflejo exacto del otro cuando se comparan resultados.
Ambos equipos han jugado 12 encuentros en lo que va de Liga y, aunque en Segunda B juegan 20 escuadras, frente a los 22 de la Liga Adelante, lo que hace imposible establecer un paralelismo exacto, los indicadores básicos de la clasificación son calcados: los equipos que dirigen Miguel Ángel Portugal y Borja Jiménez suman 14 puntos, producto de las tres victorias y cinco empates logrados por cada uno de ellos. Y ambos andan cabizbajos porque en cuatro ocasiones salieron derrotados.
Pero lo que es más sorprendente es que en los más de 1.100 minutos de juego disputados hasta ahora, incluidos los correspondientes descuentos, ambas formaciones han conseguido exactamente el mismo número de goles, 13. Y más aún, sus porterías, cuyos titulares son a veces intercambiables –solo de abajo hacia arriba, porque los del primer equipo no visitan el césped artificial del B– han encajado solidariamente el mismo número de goles, 16 en cada equipo.
También en el banquillo
El paralelismo entre ambos equipos es tal, que incluso los cambios en el banquillo son casi simultáneos. Yhasta con intercambios que parecen estrechar más los lazos entre el palo y su astilla.
Estos convulsos primeros doce encuentros del campeonato trajeron consigo un controvertido relevo en el banquillo del primer equipo. Gaizka Garitano dejó su sitio a Miguel Ángel Portugal porque los resultados, evidentemente, no eran satisfactorios.
Pero la llegada del nuevo entrenador burgalés, que devolvió al club como asistente técnico a su excapitán Javier Baraja, tuvo repercusiones en el banquillo del filial. Portugal, habida cuenta de las estrecheces de la plantilla del primer equipo, creyó conveniente tener cerca a quien mejor conocía en ese momento a los jugadores de la cantera, por si necesitaba disponer de alguno de ellos, como así ha ocurrido. Ydecidió sentar a su lado al hasta entonces entrenador del Promesas, Rubén Albés. Lo que obligó a buscar un sustituto. Al final fue el abulense Borja Jiménez, entrenador del Cadete.
A la coincidencia de resultados se suma la interdependencia. De hecho, 3 de los 16 goles encajados por el primer equipo lo fueron por Julio, el portero del filial, en el encuentro frente al Oviedo. Y uno de los 13 marcados, le corresponde al lateral del filial Ángel, logrado también en el encuentro de Liga ante el Oviedo.
Hay un indicador que no coincide, como el puesto en la clasificación. El Valladolid está el 17, a dos del descenso. El Promesas, el 15, a dos del descenso. Lo que refleja otra desgraciada coincidencia:ambos están en una situación muy complicada.