El Norte de Castilla
Real Valladolid

La nueva vida de Jesús Rueda

Jesús Rueda celebra un gol suyo, marcado con el Beitar Jerusalem.
Jesús Rueda celebra un gol suyo, marcado con el Beitar Jerusalem. / BEITAR
  • El canterano del Real Valladolid se marchó a Israel para vivir nuevas experiencias y conocer nuevas culturas y, con la perspectiva de los meses que han pasado, afirma estar «contento de la decisión que tomé»

Decidió marcharse de casa. Otra vez. Igual que cuando tenía quince años, Jesús Rueda había tomado la decisión de dejar atrás su segunda casa. En el horizonte, Israel, un país desconocido, una cultura desconocida y un idioma desconocido pero en él, eso para lo que Jesús había nacido: fútbol. Deporte universal que es capaz de hacer olvidar ambientes hostiles y empujarte a vivir maravillosas experiencias.

No fue fácil, ni mucho menos, salir del Real Valladolid, idea que hoy muchos maldicen en las gradas de Zorrilla, pero la decisión estaba tomada hace mucho tiempo. « No es una decisión que se toma de un día para otro, fue algo muy meditado y muy pensado. El año del descenso fue muy duro y la temporada pasada también aunque al final no estuvimos tan lejos de lograr el objetivo a pesar de todo. Quizás a partir de enero de la temporada pasada fue cuando más claro lo tenía», afirma Jesús.

Los últimos meses con la camiseta del Real Valladolid fueron intensos. Jesús sabía que se terminaba una etapa y «había que disfrutarla al máximo». El objetivo del ascenso seguía ahí y nunca hubo despistes pensando en otros clubes ni malos rollos con la directiva. «No hubo ninguna circunstancia específica que me hiciera tomar esta decisión, fue un cúmulo de situaciones y hechos que me hicieron valorar el poder cambiar de aires y vivir una nueva experiencia. Nunca busqué equipo antes de que acabara la Liga, todo eso vino a principios de verano», explica.

La vida en Israel

Otra complicada decisión. ¿Y ahora qué? ¿Dónde buscar esta nueva aventura? «Surgieron muchos rumores de equipos de Primera División en España pero el que más interés puso en llevarme con ellos fue el Beitar Jerusalem», cuenta Rueda.

Con la incertidumbre de llegar a un país que vive en permanente conflicto bélico, Jesús tomó la decisión que creyó más conveniente para él y su familia. «Al principio piensas lo que todo el mundo, estás inquieto con el tema de la guerra pero desde el primer momento me han tratado fenomenal en el club, así como los compañeros y la afición. El momento más tenso que he sufrido fue con un atentado que ocurrió cerca de la ciudad deportiva pero en cuanto acabó el entrenamiento nos llevaron a mí y a mi familia a una ciudad en la playa 10 días hasta que se calmó la situación», relata el futbolista.

El estilo de vida del canterano blanquivioleta no ha cambiado demasiado y es muy similar al que tenía en Valladolid: «Entreno por la mañana y llego a casa cerca del mediodía, aprovechamos para pasear y conocer la ciudad y el país los días que tengo libre, estudiar inglés, jugar con mi hija, intentamos probar toda la gastronomía de aquí que es más picante que la española». El futbolista y su familia se han integrado a la perfección en la cultura israelí: «Aquí desde el viernes a las 18:00 hasta el sábado a las 19:00 horas, lo que ellos llaman ‘sabat’, está todo cerrado, no circulan ni coches. Me parece un país precioso, pequeño, pero tienes montaña, desierto, playas preciosas, ciudades bonitas con viajes muy cortos. Estamos felices en familia y puedo decir que sí estoy contento con la decisión que tomé», concluye Jesús.

A nivel deportivo, Jesús Rueda «anda bien», dice. Hasta se ha estrenado como goleador. Su equipo es uno de los más fuertes de una liga en la que el nivel «no es demasiado alto, sería similar al de Segunda en España, con tres o cuatro excepciones como nosotros o el Maccabi Tel Aviv».

¿Y el Pucela qué?

Jesús Rueda dejó el Real Valladolid pero no el amor que siente por estos colores. Sigue pegado a la actualidad blanquivioleta y cuando puede se coloca delante del ordenador para ver los partidos: « Leo la prensa española todos los días y sigo al Pucela todos los fines de semana, incluso he podido ver 3 o 4 partidos por internet que no es fácil. Es difícil conseguir el ascenso porque hay mucha igualdad en Segunda todos los años y este año con el hándicap de no haber empezado bien y tener que remontar está más difícil todavía. Confío en el grupo porque hay una buena mezcla de buenos jugadores de temporadas anteriores y gente que ha venido este año. Como mínimo hay que asegurarse el playoff».