El Norte de Castilla
Real Valladolid

lejos del área

Oro, incienso e ilusión

Otro año más, llegamos a diciembre y parece que fue ayer cuando muchos entonaban aquello de ‘Rubi vete ya’. Es época tradicionalmente de hacer balance y autocrítica en el deporte vallisoletano, área en la que ya han desaparecido los dos principales equipos de baloncesto y balonmano y la entidad de fútbol no levanta cabeza. Como todo no va a ser malo, los del balón oval siguen dando alegrías y el deporte femenino sigue a buen nivel en la ciudad. Los nuevos proyectos (esos que los más puristas tildan de ‘engendros’, cosa que no comparto) luchan por devolver a Valladolid el balonmano de primer nivel y sueñan con volver a llevar el básquet a los colegios de la mano del tenaz Mike Hansen. Una lástima que el bueno de Lalo no pueda disfrutar de lo que se está haciendo en Pucela por su deporte favorito. Su muerte, sin duda, ha sido una de las peores noticias para un deporte local ávido de referentes.

La vida pasa y algunos mitos como Fernando Hernández o Álvaro Rubio (otros emigraron en busca de fortuna) siguen peleando por dignificar sus deportes, que sin duda vieron épocas mejores. Especialmente doloroso es el caso de nuestro Real Valladolid, que ha pasado de pelear ante el Real Madrid a buscar excusas para no dar la cara ante conjuntos, dicho con todo el respeto, como el Lugo o la Llagostera.

Y es que, si uno echa la vista atrás, da vértigo contemplar la evolución de los nuestros. Hace unos meses tampoco jugábamos a mucho, pero nos mantuvimos en puestos de ‘play-off’ casi todo el año y ahora no somos capaces de conseguir dos triunfos seguidos. Hasta el José Zorrilla ha dejado de ser un campo difícil para los rivales y el equipo más normalito nos planta cara y regresa con algún punto en el zurrón. Cuando no es un mal entrenador es una plantilla corta o un árbitro demasiado duro; demasiadas excusas para una afición que se aferra al mercado de invierno para tratar de salvar el año.

Les pido a los Reyes Magos un ascenso para el Atlético Valladolid, que un club pucelano vuelva a ganar la liga en Rugby y que el proyecto de Hansen se asiente. Para nuestro Pucela solo quiero que vuelva a ilusionarnos. Dicen que uno nunca deja de ser niño, así que el domingo viajaré personalmente hasta Albacete a ver si cae el primer regalo.