El Comité de Competición de la RFEF sancionó esta mañana con dos partidos de suspensión a Jaime Mata, expulsado el pasado sábado en Zorrilla en el minuto 89 del partido ante el Huesca por, según el acta arbitral del colegiado navarro Prieto Iglesias, «protestar al asistente nº 1 desde el banquillo, encontrándose de pie y de forma airada y reiteradamente en los siguientes términos: 'espabila'».
El Comité castiga al futbolista en aplicación del artículo 120 del Código Disciplinario de la RFEF que especifica como causa e sanción: «Protestar al árbitro principal, a los asistentes o al cuarto árbitro, siempre que no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes”.
Mata, que hasta el momento había jugado 467 minutos en seis de los siete partidos disputados en Liga hasta el momento, no podrá jugar el domingo ante el Levante ni el próximo sábado 1 de octubre ante el Alcorcón.
El club ha anunciado que su servicio jurídico estudia el fallo y un posible recurso ante el Comité de Apelación que se reúne el jueves.
Una conversación sin insultos
La amonestación a Jaime Mata se produjo un minuto antes de que se cumpliera el tiempo reglamentado del encuentro del pasado sábado en Zorrilla en el que el equipo pucelano se enfrentaba a la SD Huesca. El árbitro reflejo en el acta que Mata había gritado reiteradamente al juez de línea «espabila». El propio jugador, esta mañana, después del entrenamiento en los Anexos compareció en la sala de prensa y afirmó que habló con el linier pero nunca con insultos. Que comentaron algunas cosas del partido y que entendería una sanción «por pesado» por hablar con el linier pero nunca por una protesta airada. Mata, que aseguró no haber recibido nunca una roja admitió su error por haberse dirigido al juez de línea, pero no por lo que dijo o cómo lo hizo y asumió, antes de conocerla, la sanción impuesta.
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