«Ya estoy bien. El lunes hice casi todo el entrenamiento y ayer y hoy he entrenado con buenas sensaciones, porque la pierna está bien. Estoy dispuesto para lo que quiera el entrenador. Es cierto que ahora es más difícil entrar en el once y eso es lo bueno. La gente lo está haciendo bien y el equipo gana, que es lo importante; pero, si miras atrás, yo creo que también estaba a buen nivel. Yo salí por una lesión».
El capitán del Real Valladolid, el central peñafielense Rafa, se encargó esta mañana, tras el entrenamiento, de anunciar su 'alta' tras dos semanas convaleciente de una lesión en el bíceps femoral derecho. Y no renuncia a jugar el encuentro del próximo domingo ante el Zaragoza.
«¿Qué queréis que os diga?» dijo ante la insistencia de los periodistas sobre la posibilidad de que entre en el once este fin de semana. «Yo quiero jugar, soy futbolista y el día que venga a entrenar y no quiera jugar me iré a casa y lo dejaré. Esta claro que ellos dos [Álex Pérez y Guitián] están muy bien, el equipo está ganando y ahora la titularidad está en manos del entrenador y lo que él decida él estará bien».
Rafa, al hilo de las últimas victorias, no tuvo inconveniente en reconocer que las aspiraciones del equipo no tienen límite. «Lo he dicho desde el primer día y cuando vi el equipo, me reafirme: esto es muy largo, no tiene que ser una obsesión pero tenemos que proponernos entrar entre los seis primeros. Si no, al final, no tienes un objetivo bonito. Quedar octavo o décimo para un jugador, o por lo menos para mí, no es un objetivo que me llene. El objetivo tiene que ser el 'play-off'. Después se verá hasta dónde llegamos».
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