El Norte de Castilla
Real Valladolid
Markel sujeta por la camiseta a Zurutuza, en la Copa.
Markel sujeta por la camiseta a Zurutuza, en la Copa. / Javier Echezerreta

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El Pucela deja de ser un equipo blando

  • Los blanquivioletas cometieron menos faltas que sus rivales en las primeras 14 jornadas, una tendencia que ha cambiado en los últimos cinco partidos

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El Real Valladolid de Paco Herrera no es un equipo guerrillero, de esos que impiden jugar al contrario a base de faltas, de cortar el juego. Antes al contrario, el Pucela de esta temporada se caracteriza por un entramado defensivo y una presión que le permite robar el balón sin tener necesidad de cometer excesivas faltas. Y es que de esta forma, el conjunto blanquivioleta consigue un ritmo de juego que le es mucho más productivo, donde todo el equipo participa tanto del juego defensivo como atacante, al menos sobre el papel.

Las estadísticas se empeñan en dejarlo claro y meridiano desde la primera jornada de Liga. El Real Valladolid ha sido incapaz durante los primera catorce encuentros de la liga de cometer más faltas que el rival. Daba igual que los de Paco Herrera jugasen en su estadio de Zorrilla o bien en territorio rival. Y daba igual que los blanquivioletas ganasen, empatasen o perdiesen el encuentro. Indefectiblemente, en esas primeras catorce jornadas el Pucela siempre fue mucho más limpio que sus catorce rivales.

Cierto es que a balón parado el nivel defensivo fue durante algunas jornadas bastante deficiente y el equipo encajó goles precisamente a raíz de esas faltas que se querían evitar. Pero se dan curiosas circunstancias como la derrota en el Ciudad de Valencia ante el líder Levante por 3-2, en la que los locales cometieron 17 faltas por tan solo 9 los visitantes blanquivioletas.

Y bien al contrario, en la victoria un par de jornadas después en el campo del Nástic (1-2), en la que los locales hicieron nada menos que trece faltas mientras que el Pucela registó su ‘peor’ número de la estadística con tan solo 5 infracciones sancionadas, lo que dice mucho del estilo de juego del equipo, con un patrón muy bien definido y donde no es especialmente necesario obligar al colegiado a señalar una infracción, ya juegues en casa o fuera, ganes, pierdas o empates.

Vuelco

Esta inmaculada trayectoria ha dado un vuelco en las últimas cinco jornadas. Tras la derrota en Elche por 2-0 en sendos despistes infantiles defensivos, Paco Herrera exigió un punto más de concentración y tensión al equipo, que había truncado su racha de cinco partidos consecutivos sin perder, con cuatro victorias y un empate que habían sacado al equipo de la zona peligrosa de la tabla. Y a partir de ahí, desde la decimoquinta jornada, con la visita al Numancia en el derbi regional, las tornas cambiaron y es ahora, el Real Valladolid quien comete más faltas que el rival. Así se ha producido en la derrota ante los sorianos, en el empate con la visita del Almería a Zorrilla, en el holgado triunfo en Mallorca y en la última derrota, en Getafe.

En todos estos encuentros, el Pucela cometió más faltas, pero como puede comprobarse, los resultados fueron de lo más variopinto, así como la calidad de los partidos. Muy disputado ante el Numancia, pobre ante el Almería, sólido en Mallorca, excelente ante el Mirandés y serio pero con decepción final en Getafe.

Una única salvedad, la ‘manita’ que los de Herrera endosaron a un inofensivo Mirandés, un partido en la que los blanquivioletas cometieron tan solo seis faltas, su segundo mejor registro, por 15 de los burgaleses. En total, el Real Valladolid ha cometido 226 faltas, mientras que ha sido objeto de infracción en 268 ocasiones.

Otro aspecto que podría explicar las pocas faltas sería la posesión del balón, pero lo cierto es que, según las estadísticas, el Real Valladolid solo ha conseguido superar a su rival en cuanto a posesión en ocho de los 19 partidos jugados. Si bien, está claro que en la Segunda División, mucho más física y táctica, la posesión es un dato muy relativo.

Ahora bien, los hombres de Paco Herrera son los segundos que más pases ofrecen, es decir los que, en principio, más elaboran las jugadas y evitan el fútbol directo tan utilizado en esta categoría en detrimento de la técnica y las combinaciones. Así, el Lugo encabeza esta clasificación con 443 pases de media, mientras le sigue el Real Valladolid con nada menos que 430 pases de media.

Equipo limpio, menos Mata....

Así pues, podría decirse que el Real Valladolid es un equipo limpio, que prefiere intentar robar el balón antes que impedir el juego rival a base de faltas.

En la clasificación de juego limpio, el Pucela ocupa la decimonovena posición en cuanto a tarjetas amarillas, con solamente 40 amonestaciones en estos primeros diecinueve partidos de la competición, es decir, solo hay tres equipos aún más pulcros en su juego que los blanquivioletas, el Mirandés (35), Numancia (34) y UCAM Murcia (33).

El central Lichnovsky, que es el jugador más sancionado (4 amarillas en 10 partidos) ocupa el lugar 55º de toda la Segunda División, mientras el siguiente es Villar, en el puesto 64º, también con cuatro amonestaciones, en 14 partidos. Balbi y Alex López, que han disputado 18 y 17 partidos cada uno, cuenta con 4 tarjetas amarillas, pero su media de tarjetas se queda casi en la mitad que el chileno o el onubense. Estos son los cuatro jugadores blanquivioletas amenazados con sanción en caso de completar el ciclo de cinco tarjetas amarillas.

En el polo opuesto estaría el capitán Moyano, que a pesar de su puesto en el lateral de la defensa y de haber disputado todos los minutos de los 19 partidos jugados hasta la fecha, tan solo ha sido amonestado en dos ocasiones. Y también mención aparte merece el central Álex Pérez, quien ha disputado doce partidos con 934 minutos y ha visto una única cartulina amarilla, algo bastante inusual en su posición.

El único lunar en este acrisolado historial lo pone el delantero Mata, que ha sido expulsado en dos ocasiones. La primera ante el Huesca, cuando desde el banquillo increpó a un juez de línea.La segunda, por doble tarjeta e impotencia, ante el Almería. Con estas dos graves amonestaciones, Mata aparece como un tipo ‘peligroso’ en segunda posición de la clasificación de toda la Segunda División, mientras que el Pucela aparece como noveno equipo