El Real Valldolid demostró en los Anexos, ante la Arandina, que mantiene la vitola de equipo revelación de Segunda B, asistido por la superioridad en el campo y por esa pizca de suerte que tienen los campeones. En el minuto 90 Corral cometió una falta al borde del área que Leo Ramírez resolvió estrellando el esférico contra la barrera. El '8' que lanzó la falta es de la Arandina, un equipo errático en el campeonato. Quizás por eso, el Promesas se salvó. La suerte estaba en esta 22ª jornada de su parte. Antes, Dani había hecho paradas increíbles que impidieron a los burgaleses adelantarse en el marcador. Después, Mayoral y Zambrano protagonizaron jugadas de ataque con marchamo de gol pero, solos ante el cancerbero burgalés Nacho Zabal, lanzaron el balón fuera o lo estrellaron contra el guardameta.
El partido ante la Arandina, que se resolvió con una nueva victoria del Promesas -la undécima del campeonato- se resume en un cúmulo de despropósitos, entretenido espectáculo a la postre, pero que dejó ver las deficiencias del fútbol de Segunda B.
La primera mitad recogió los mejores episodios de esta 22ª jornada. Al cuarto de hora de juego, una Arandina desconocida destapó el tarro de las esencias y con dos paredes consecutivas al primer toque llegó al área defendida por Dani donde resolvió con sendos disparos que repelió el portero palentino del Real Valladolid B. Espectacular la jugada de ataque y sobresalientes las intervenciones de Dani. El mediapunta del Arandina Carlos ya demostró en esa jugada su protagonismo, del que volvió a dar repetidas muestras a lo largo de todo el encuentro.
Golazo de Samanes
Veinte minutos después de aquellas escaramuzas burgalesas en el área local Samanes ofreció lo mejor del partido para la parroquia local: el impecable saque de una falta directa al borde del área que se coló por la izquierda de la portería visitante defendida por el gigante Nacho Zabal. Y, en cuanto a goles, eso fue todo, porque aunque el Real Valladolid terminó la primera parte apretando y siguió dominando toda la segunda, sobre todo cuando la Arandina perdió a Sergio Noche, que vio la segunda amarilla en el minuto 75, no consiguió volver a marcar. A veces, los errores se producían de forma increíble. En el minuto 81, Mayoral remató una gran jugada disparando contra el portero en un mano a mano con tiempo para apuntar. En el 89 Zambrano le dio demasiada fuerza a una vaselina que envió el cuero por encima del larguero cuando el portero estaba ya batido.
El equipo de Albés ganó sin brillantez, con la suerte de su parte y con la incógnita sobre su nuevas metas porque esta segunda victoria en las tres jornadas que se han disputado en la segunda vuelta dejan al filial al borde de un improbable ascenso directo e imposible si el primer equipo no asciende y contando los puntos que faltan para garantizar la permanencia, primer objetivo de este equipo en el inicio de la temporada.