La lógica triunfó en La Condomina y el Valladolid se alzó con un cómodo triunfo por 1-3 ante el equipo que había abierto la senda de la derrota del Real Valladolid en su campo en la primera vuelta. Un recién llegado a la categoría que arrancó tres puntos en Zorrilla al poco de comenzar el campeonato y que, a pesar de sus refuerzos de invierno y de no conocer la derrota en sus cinco últimos encuentros, perdió los papeles ante el Real Valladolid en su feudo de La Condomina ante más de 4.500 espectadores. De Tomás, en el minuto 8, Jose, en el 26, y Míchel en el 83 descerrajaron tres disparos ante los que nada pudo hacer Biel Ribas y que suponen tres puntos de oro para que el Real Valladolid siga soñando con el 'play-off'. A falta de 7 minutos para los 90, Jona hizo una demostración de insólita habilidad dentro del área de Pau Torres y, entre tres defensas, maquilló el resultado con un extraordinario gol.
Antes, el 4-4-2 de Herrera había dado ya sus resultados. El Real Valladolid no sobó tanto el balón, pero la rivalidad de sus dos puntas -De Tomás y Jose- dio resultados. En el minuto 8, Jose desequilibra por la izquierda y chuta-centra a puerta. De Tomás dio el empujón final a un balón que entraba.
El encuentro no parecía tener un dueño porque Collantes durante la mayor parte del partido y Jona, al final, amenazaban con darle vuelta al marcador.
«Mira cómo se hace»
En el minuto 26, Jose demostró que no es un bluf. Cogió un balón en el centro del campo, se lo colocó y disparó un tiro cruzado que sorprendió a un Biel Ribas que no tuvo su día. El tiro se convirtió en el segundo gol del Real Valladolid. Antes, De Tomás había gozado de alguna otra ocasión. Incluso, había 'chupado' dentro del área, despreciando la posibilidad de dejarle a Jose terminar alguna buena jugada. Por eso, el gol de Jose pudo parecer un 'recado' a su compañero. La rivalidad, imaginaria o real, dio sus resultados ayer.
La eficacia del Real Valladolid, en todo caso, no se había visto antes en esta temporada. El primer ataque fue gol a penas tuvo que hacer ocasiones para redondear un resultado abultado.
En el minuto 55 , Alberola Rojas, que había perdonado alguna tarjeta amarilla en el primer tiempo, se mostró riguroso y pareció hundir al UCAM Murcia con la expulsión de Albizua por detener en falta un ataque del Real Valladolid. Sin embargo, el UCAM no se dio por vencido y llegó a dominar en muchos momentos el partido. Míchel puso fin a las especulaciones sobre el resultado, al recoger un rebote fuera del área y empalmar un zurdazo que se alojó en el fondo de la portería de Biel Ribas.
Es cierto, que el UCAM no se rindió pero ya no había tiempo para la remontada local, aunque sí para demostrar lo mal que el Pucela gestionó la superioridad de jugadores y en el marcador. Defendía, se dejaba cercar para buscar una contra, pero no lo lograba. Sin embargo, Jona logró ridiculizar al Pucela en los últimos minutos. El delantero hondureño recibió un balón se adentró en el área de Pau Torres, regateó a tres defensas pucelano y sacó un disparo raso que supuso el gol de la honrilla murciana. Un precioso gol de habilidad que no cuestionaba, sin embargo, el resultado del partido.
Mata, que había sustituido a Jose tras el descanso, acaso por un golpe que recibió el canterano, tuvo también su ocasión de marcar pero en la mejor oportunidad el balón lo rechazo el poste. Joan Jordán, a punto estuvo de marcar un gol olímpico a saque de córner y Pau Torres, a pesar del gol, tuvo una actuación extraordinaria, salvando al menos dos ocasiones claras de gol.
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