REAL VALLADOLID
La alegría en el seno del Real Valladolid es palpable después de la impresionante racha de cuatro victorias y dos empates que han metido de lleno al equipo blanquivioleta en la pugna por el 'play-off' de ascenso a falta de dos jornadas para el final. «El ambiente es de felicidad y ambición para seguir luchando por el objetivo. Todos estamos muy contentos por el presente que vivimos. Hace un tiempo atrás mucha gente no se esperaba esto. Después de todo lo que pasó, seguimos confiando en nosotros mismos y empujando para adelante», señala Christian Espinoza.
El extremo argentino explica que el Real Valladolid está dando «pasos firmes en cada partido». «Debemos seguir mejorando en algunos detalles y mantener la ambición. Así, las cosas saldrán mejor».
Espinoza es una de las claves del buen momento blanquivioleta tras su llegada en el mercado invernal y después de recuperarse de una larga lesión. «Me sigue faltando un poco en la parte física. Ante el Mirandés me tuve que retirar por un calambre en el gemelo. Durante los días siguientes andaba con algo de bajón porque no es habitual que me suceda eso. Es consecuencia de todo lo que estuve pasando por la lesión y el tiempo que estuve parado. Ahora lo veo como algo normal, que me puede suceder. Con los partidos seguiré agarrando más ritmo y mejorando la parte física».
El Real Valladolid certificará matemáticamente la disputa del 'play-off' de ascenso si gana al Reus este domingo y el Huesca pierde con el Numancia. Otra opción matemática pasa por empatar en Reus y ganar al Cádiz en la última jornada. «Estadísticamente, no nos fijamos en nadie, solo en nosotros mismos. Sabemos que si hacemos las cosas bien y ganamos los dos partidos que quedan, no dependeremos de nadie. Es lo que más nos interesa: no depender de nadie».
Espinoza, cedido en el Real Valladolid por el Villarreal, indica que su futuro dependerá de «cómo salgan las cosas acá». «Si se logra un objetivo muy importante como el que tenemos ahora, yo estaré encantado de seguir un año más en el club. Pero eso lo manejará el Villarreal, club al que pertenezco. Cuando termine el torneo me sentaré a hablar para ver qué decisión van a tomar. Obviamente, también valoraría la opción de seguir en Segunda. El Real Valladolid se portó muy bien conmigo y apostó por mí en una situación complicada, porque, como todos saben, yo tenía que pasar por un tiempo de recuperación. Fue una decisión difícil para el club, para el míster, para el presidente, para Braulio, que en su momento estaba acá. Ellos siguieron confiando en mí. Estoy agradecido y siempre estaré en deuda con este club».
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