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Sábado, 21 de octubre 2017, 21:20
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El Real Valladolid juvenil de Víctor Fernández fue incapaz de sumar nada positivo en su visita a tierras leonesas para disputar el derbi regional. Los blanquivioletas se presentaban ante un partido fácil sobre el papel, ante un rival que viaja en puestos de descenso. Sin embargo, el fichaje de Miguel Ángel Bartomé como entrenador del conjunto local ha supuesto todo un revulsivo para sus intereses.
Fútbol Peña
Jefferson, Llano, Víctor, Basolo, Adrián, Moncalián, Valle, Víctor Pérez (46' Luis), Cruz (16' Eduardo), Mariano (15' Cabañeros), Íker (78' Nacho)
1
-
0
Juvenil A
Apa, Oscar, Tena (58' Raúl), Neto (58' Rafa), Orea, Dalisson, Aranaiz (84' Álvarez), Adri, Pablito, Víctor
gol 1-0 min.74 Iker (penalti)
árbitro Cordero Rodriguez. Amonestó por los locales a Basolo, Valle, Iker y expulsó por doble amarilla a Valle, la segunda en el 41 y por los visitantes a Apa
incidenciasArea Deportiva de Puentecastro. 400 espectadores
Desde los primeros minutos, los pucelanos se quisieron sentir protagonistas asumiendo el rol de favoritos y tomando el control del balón, del juego y de los espacios. Los de Blanco, por su parte, se replegaban atrás e intentaron sobrevivir ante un equipo con mucho mejor trato, conceptos más claros pero al que le faltaba llegada y último pase. A falta de eso, era Dalisson una y otra vez quien intentaba romper de fuera hacia dentro y encontrar unos espacios que de momento le eran esquivos.
Poco a poco, el azucarillo del Real Valladolid se iba disolviendo. La primera parte concluía con pocas ocasiones, tan solo alguna tímida llegada de Adri, el buen trabajo de Dalisson en segunda línea y Pablo tratando de asomarse al balcón del área.
Los segundos 45 minutos fueron similares. La Peña crecía en torno a su área y buscaba rápidas contras con las que presentarse sobre la portería de Javi. Antes del gol, eso sí, tuvo dos claras ocasiones el Valladolid. Una de nuevo de Dalisson entrando desde fuera, que no encontró portería. Y un remate de Adri dentro del área que se marchó por encima del larguero.
La jugada clave del partido llegó a falta de 15 minutos. Un derribo sobre Moncalian significó pena máxima y posterior transformación de Iker. Lo hizo con la tranquilidad del veterano, sin que Javi pudiese hacer demasiado. Desde ahí hasta el final del partido, los de Bartolomé replegaron ajustaron y consiguieron mantener su portería a cero.
Incluso en las postrimerías del choque de nuevo Moncalian tuvo una clara ocasión para hacer más sangre. Pero el marcador no volvió a moverse. Victoria local en un partido que demostró una vez más que los blanquivioletas necesitan más puntería y mejorar en sus errores defensivos si quieren asomarse a los puestos altos de la clasificación.
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