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Rubén Alcaraz es frenado en falta durante el encuentro contra el Villarreal. EL NORTE
Alcaraz, la eficacia de un mediocentro al que solo se frena con faltas
Real Valladolid

Alcaraz, la eficacia de un mediocentro al que solo se frena con faltas

El centrocampista barcelonés, que ha debutado en Primera con el Pucela, es ya una pieza clave del equipo

Fernando Bravo

Valladolid

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Sábado, 6 de octubre 2018, 13:15

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No es fácil apreciar su trabajo, porque no es lo suyo el preciosismo del regate, ni siquiera el gol, aunque la pasada temporada marcó 9 con el Almería, cedido por el Girona. También este año se hace notar con disparos lejanos para engordar las estadísticas (7 tiros, 3 a puerta) y, sobre todo, para intentar desatascar la pobreza ofensiva que caracterizó los primeros partidos del Pucela.

Pero a Rubén Alcaraz (Barcelona, 1991) se le nota más cuando no está. Ha ocurrido en una sola ocasión esta temporada, en la 4ª jornada, en la que el Pucela recibió al Alavés en Zorrilla. Costó entonces sujetar un pobre empate que devino en derrota dos minutos después de que se cumpliera el tiempo reglamentario. Fue el único partido que Alcaraz vio desde el banquillo.

Las virtudes de Rubén Alcaraz son propias de un trabajo discreto, cuyo éxito alivia los errores defensivos y, sobre todo, repercute en la línea más ofensiva de su equipo. Sus 62 recuperaciones de balón en seis partidos así lo acreditan. Alcaraz recupera y pone en marcha el ataque, 62 veces lo ha hecho en seis partidos, en los que el rival sabe que cuando coge el balón es difícil pararle. Tanto que lo habitual es recurrir a las faltas: ha recibido 21 en los 540 minutos disputados, mientras que solo ha cometido once en el mismo periodo, a pesar de que su faceta defensiva no es despreciable. Actualmente acumula dos tarjetas amarillas, lejos todavía de la sanción.

Una apuesta de un millón

El suyo ha sido uno de los mayores desembolsos realizado por el club para la confección de la plantilla de esta temporada en Primera. Aunque Miguel Ángel Gómez ya le había echado el ojo la pasada temporada, tuvo que esperar al ascenso, con algo más de dinero a pesar de ser el pobre del campeonato, para incluirlo en la disciplina del Real Valladolid. La inversión asciende a un millón de euros.

Rubén Alcaraz contribuyó hace dos temporadas al ascenso del Girona a Primera pero Pablo Machín permitió que el mediocentro fuera cedido al Almería para seguir bregándose en Segunda. A pesar de la buena temporada con el equipo andaluz, Eusebio tampoco quiso o pudo retenerle, entre otras razones porque Granell, Pere Pons e inicialmente David Timor estaban bien asentados en el centro del campo del equipo catalán. Y los responsables del club necesitaban hacer caja. Miguel Ángel Gómez apostó por el jugador y decidió poner un millón de euros en la mesa por sus servicios. Alcaraz, de momento, parece haber respondido a las expectativas que generó su llegada a Zorrilla.

Rubén Alcaraz se instaló en el piso que había utilizado Jaime Mata la pasada temporada en Valladolid. En principio, solo una casualidad, consecuencia de la amistad de ambos jugadores, porque será difícil que Alcaraz pueda ser tan resolutivo para la suerte del Pucela como lo fue el delantero madrileño. No caben comparaciones entre ambos, pero el mediocentro barcelonés es ya una referencia obligada en el centro del campo pucelano. Aunque hay que fijarse para apreciarlo. O recurrir a las estadísticas.

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