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Waldo, uno de los recién llegados, demostró sus posibilidades frente al Oviedo. Imanol Rimada
La cantera no basta para vivir en Primera
Real Valladolid

La cantera no basta para vivir en Primera

Las expectativas generadas obligan al Real Valladolid a completar con profesionales contrastados un vestuario insuficiente

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Lunes, 6 de agosto 2018, 10:28

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Necesaria, pero no suficiente. La cantera es primordial para que el proyecto Real Valladolid que lidera Miguel Ángel Gómez se consolide en el medio plazo. Pero, para ello, debería sobrevivir en Primera al menos esta temporada, lo que daría al club la solvencia económica que exige la mejor Liga del mundo.

El Real Valladolid necesita reforzarse con profesionales contrastados que complementen ese bloque del ascenso, que tiene más ilusión que posibilidades de salir indemne de los primeros duelos en Primera. Así ha quedado demostrado tres semanas después de comenzar la temporada y a dos de iniciar el campeonato frente al Girona. El Real Valladolid ha generado unas expectativas muy ambiciosas, pero aún no tiene los medios para no defraudar a una afición que, sin embargo, ha respondido como nunca antes en la historia. Su confianza se ha plasmado en una masiva suscripción de abonos que ha obligado incluso a tomar la histórica decisión de cerrar la campaña de abonados y crear una lista de espera para expedir nuevos abonos en la medida en la que se produzca alguna deserción entre los socios que aún no han renovado sus carnés.

Presión añadida

La eventual llegada de Mesi a Zorrilla el próximo 25 de agosto no supone, en sí misma, mayor presión para la plantilla y sus técnicos que una respuesta honesta para no defraudar a esos 20.000 aficionados que se creen seguidores de un equipo de Primera.

En lo que va de pretemporada, el Real Valladolid está demostrando trabajo, ilusión y empeño, pero aún no ha dado muestras de calidad para afrontar con garantías su vuelta a la primera categoría del fútbol español.

Un rápido repaso a los resultados de los amistosos de pretemporada, así lo demuestra. A pesar de haber disimulado un tanto la insuficiencia del vestuario con vistosos experimentos con canteranos y jugadores del Promesas, el Real Valladolid no ha tenido oportunidad de demostrar que puede pasar, al menos discretamente, la prueba como equipo entre los mejores del fútbol español.

Las limitaciones económicas justifican un retraso en los fichajes, como ha explicado en numerosas ocasiones el director deportivo, quien afirma que en septiembre habrá completado un vestuario con garantías.

Hasta ahora, los resultados, que son los que dictarán el veredicto de la gestión de este nuevo Valladolid, son más bien pobres: dos victorias –una ante el Tordesillas, de Tercera– ; tres empates –Málaga, Deportivo y Oviedo– y una derrota –frente al Alavés, único rival de Primera con el que se ha contrastado–. Los datos arrojan un balance poco estimulante en estas tres primeras semanas. Bien es cierto que los amistosos se afrontan como entrenamientos en los que se ponen en práctica experimentos arriesgados con jugadores muy jóvenes a los que se está premiando en tanto llegan algunos de los refuerzos netamente profesionales.

El gol, ese extraño

A medida que se acerca el inicio del campeonato se acrecienta el vértigo que provoca la falta de gol. El equipo que dirige Sergio González ha dado muestras de solidez en la zaga. Incluso en el penúltimo encuentro, el sábado frente al Alavés, ante el que cayó por 1-0, había dado una soberbia lección de buenas maneras defensivas. Solo el enésimo ensayo vitoriano a balón parado consiguió provocar un error que se convirtió en gol en propia puerta. Pero la prueba había sido superada. De nuevo, con nota por parte del joven portero tinerfeño Samu Pérez, una garantía a la sombra de Masip.

Algo parecido podría haberse producido en el centro del campo. La llegada de Rubén Alcaraz, un contrastado mediocentro llegado del Girona, que la pasada temporada pasó su reválida como cedido en el Almería, donde con nueve goles se convirtió en el máximo goleador local, refuerza una demarcación en la que aguanta el veterano Borja y cada día destaca más Anuar, cuyo incansable trabajo suple con creces las limitaciones que su juventud le permitirá pulir.

El gol, sin embargo, sigue siendo un extraño en Zorrilla. Ivi y Keko deben demostrar que pueden propiciarlo. Chris esta creciendo a marchas forzadas, pero aún necesita rodaje. Mayoral debe superar una lesión que por segunda temporada consecutiva le ha frenado en vísperas de iniciarse el campeonaro. Toni tiene todas las papeletas para creérselo, pero el premio aún no le ha tocado. Miguel tiene tanta juventud como calidad, y necesita algo de tiempo para jugar en Primera. Y luego están esos recién llegados como Waldo Rubio, para los que jugar con el primer equipo es un experimento y un premio, según Sergio González, y que sorprenden en fulgurantes apariciones pero que aún no han tenido tiempo de demostrar casi nada.

A dos semanas del inicio del campeonato el proyecto de Miguel Ángel Gómez sigue siendo una promesa con posibilidades, como la mayoría de los jugadores con los que ha tenido que experimentar Sergio González, a la espera de futbolistas contrastados, y sobre todo con gol, para Primera.

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