Tercer partido en casa, tercera victoria consecutiva. Doce puntos de quince posibles y el Real Valladolid en una segunda posición que da puesto de ascenso directo a Primera División. Sin ser definitivo ni fundamental es evidente que estar situados ya en esos puestos privilegiados es sinónimo de tranquilidad y debe espantar falsas excusas de adaptaciones a la categoría y dinámicas perdedoras pasadas.
Sin obviar tampoco que el margen de mejora es muy alto y que la plantilla será junto a la del Betis una de las mejores de la categoría. Y así se le debe exigir al equipo, por eso no hay que caer en no hacer autocrítica por el mero hecho de estar en puestos de ascenso en septiembre.
La crítica constructiva aun cuando las cosas van bien es síntoma de autoexigencia. Como ya decía la semana pasada y perdón por la reiteración, el mayor problema que veo en el equipo es la falta de personalidad y de regularidad. Otros quizá vean un equipo camaleónico y capaz de adaptarse a diferentes situaciones dentro de los partidos.
Pero creo que por los jugadores que tenemos, este Real Valladolid necesita jugar a partir del balón y no prescindiendo de él. De ahí que vea más un problema de regularidad más que una virtud de adaptación.
No hay que olvidar tampoco que el año del último ascenso con Djukic conseguimos ocho puntos en los primeros cinco partidos. Hay equipos que tardan más en encontrar el once tipo, el estilo y la dinámica positiva. Y de momento Rubi ha encontrado una buena dinámica, que no es poco. Y tiene la asignatura pendiente del once tipo y del modelo de juego.
Y el mejor fichaje, sin duda, me parece la recuperación de confianza y galones de Óscar González. Un jugador de su nivel es diferencial en esta categoría, y Rubi lo sabe. Porque él es fútbol y por eso en sus declaraciones siempre habla de fútbol y huye de tópicos futboleros.
Y mucho mérito el del Promesas con nueve puntos de quince posibles. Ha competido en todos los partidos, juveniles han tenido minutos en Segunda B y de momento está más cerca del ‘play-off’ que del ‘play-out’. Este domingo, en el José Zorrilla y ante un equipo de la entidad del Real Oviedo será una nueva prueba de madurez y veremos si los chavales son capaces de dar un nuevo paso adelante en su formación competitiva.