El Norte de Castilla
Real Valladolid

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El equilibrio de Rubi

  • lejos el área

Rubi no es un tipo de discurso grandilocuente ni demagógico; no suele dejar en sus ruedas de prensa grandes titulares ni eslóganes que atraigan a las masas. Pese a ello, ha conseguido la confianza y el respeto del siempre difícil público vallisoletano. Claro está que el hecho de ir comandando la clasificación junto con el Girona ayuda, pero detrás de los números se intuye a un buen entrenador. Pese a estar fuera de Valladolid, he podido escuchar bastantes comparecencias del técnico catalán y las sensaciones que transmite son óptimas. Más allá de la forma del mensaje (desde luego Rubi no tiene la verborrea de otros como Clemente), el técnico da siempre la sensación de estar implicado y conocer a su plantilla. El hecho de no repetir once, también debido a las lesiones, hace que prácticamente todos sus jugadores se sientan importantes, algo fundamental en una competición tan larga. También cuenta con los canteranos, les prueba y, aunque no jueguen demasiado, al menos es consciente de que están ahí y pueden aportar. Rubi intenta cosas, hace cambios y se adapta al rival. El otro día, sin ir más lejos, sorprendió con una banda con Mójica y Bergdich, criticada por muchos, pero que fue fundamental para el desarrollo de la victoria ante el Numancia. El Pucela tiene orden defensivo, recibe pocos goles, por momentos toca con criterio y tiene recursos a balón parado; más detalles que demuestran que el equipo trabaja durante la semana. Por supuesto que hay muchos aspectos a mejorar: la baja de Roger obliga a modificar piezas en busca de más profundidad. También preocupan los bajones del Pucela durante algunas fases de los partidos y, como señalaba Yepes el domingo, que Álvaro Rubio no deje de sentirse útil puede ser clave a medio y largo plazo.

Este miércoles toca Copa, ocasión perfecta para ver a chavales como Jorge o Guille y para que otros del primer equipo reclamen más minutos. En casi diez jornadas podemos decir que Rubi está haciendo, con lo que tiene, una labor notable. Todo sin grandes aspavientos, pero hablando claro y sin dejar de trabajar. Si las lesiones y la mala suerte no acompañan, tengo claro que estaremos en el pelotón de cabeza al finalizar la temporada. No se fíen de los charlatanes, pero tampoco confíen en alguien vago y plano, que no les motive. Rubi parece haber encontrado un equilibrio entre estas dos figuras, algo que se echaba en falta por Valladolid.