El Norte de Castilla
Real Valladolid

DESDE LA BANDA

Mil partidos en una montaña rusa

Mañana a las 16:00 horas el Valladolid juega su partido novecientos noventa y nueve en la segunda división. Treinta y una temporadas más lo que llevamos de esta tienen la culpa. Hay una generación de aficionados jóvenes que debía creer hasta 2004 que la Segunda División era una leyenda urbana, pero somos el decimonoveno equipo histórico en Segunda. El Real Valladolid tiene una vasta historia que conviene recordar. Digo que conviene recordarla porque es necesario saber cuáles han sido los mimbres de este equipo en sus 86 años de historia.

Leer la historia del Real Valladolid que escribió José Miguel Ortega nos enseña que siempre hemos tenido los pies de barro. Hemos vivido como en una montaña rusa de forma que cuanto más arriba estábamos mas vertiginosa era la caída. Siempre nos hemos visto obligados a formar para destruir. Hacer equipos que nos llevaban a jugar finales de Copa o a quedar cuartos en Primera División para tener que vender jugadores y sufrir descensos a Segunda o Tercera casi inmediatos.

En el Real Valladolid los momentos convulsos siempre han sido por problemas económicos y no por causas deportivas. No tengo dedos en las manos para enumerar todos los presidentes que se han ido por no poder pagar ni las facturas corrientes. Tampoco podría enumerar los jugadores que se han vendido por obligación y no porque la oferta fuera interesante.

Ya sé que el fútbol ha cambiado, pero hay algo que era común en todas esas épocas y que ahora se ha perdido. Antes la solución siempre estaba en la plantilla. Ahora la solución ha estado en manos de un juez. Es cierto que los clubes se endeudan en función de su capacidad de generar ingresos. Cuando la tele pagaba cien millones de pesetas la deuda era de mil millones y ahora que pagan catorce millones de euros la deuda es de setenta. Así que con esos números ya no vale con vender jugadores. Algo me dice que hemos aprendido de errores pasados. Que vamos a intentar que la solución esté en la plantilla. Volveremos a mirar mercados exóticos como la Segunda División B o clubes de nuestra comunidad autónoma.

Mil partidos en la división de plata han servido para hacer historia. Yo felicito al club por el milenio en segunda porque eso significa que seguimos existiendo. Y porque la historia dice que estamos en la parte baja de la montaña rusa para pronto volver a estar arriba.