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Irrupción y ostracismo del 'nueve'

Guille Andrés celebra el gol que marcó ante el Girona en la Copa del Rey.
Guille Andrés celebra el gol que marcó ante el Girona en la Copa del Rey. / Gabriel Villamil
  • Guille Andrés espera nuevas oportunidades tras jugar 45 minutos en Anduva

  • Óscar Díaz vio venir la suplencia tras el choque con el Girona y recuerda que ha vivido situaciones más adversas en su carrera

«Vi venir mi suplencia nada más terminar el partido ante el Girona», apunta Óscar Díaz, un tipo afable, bienhumorado y siempre dispuesto a ayudar a la química del vestuario. Sumido en una sequía realizadora, el entrenador del Real Valladolid sentó al delantero madrileño en el banquillo el pasado sábado en Anduva. Atrás quedaron cinco partidos como ‘nueve’ titular, cero goles y un penalti fallado en Zorrilla. Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ decidió relevarle de la posición de delantero centro en Miranda de Ebro y apostó por otros dos futbolistas: Jeffren Suárez, en la primera parte y el canterano Guille Andrés, en la segunda mitad, ocuparon esa demarcación. Óscar Díaz salió en el minuto 73 para jugar como volante por la derecha. La ecuación del ‘nueve’ ha dejado de incluirle.

«He estado en situaciones mucho peores que esta. No es agradable lo que me sucede porque no estoy metiendo goles, pero sí juego, participo en todos los partidos y el míster confía en mí. En otros momentos de mi carrera, estuve diez partidos seguidos sin disputar ni un minuto. Ya tengo 30 años y miro estas situaciones de otra manera», explica.

La cruz de la suplencia que arrastra ahora Óscar Díaz contrasta con la cara alegre de Guille Andrés, un canterano que causó muy buena impresión a Rubi en los 45 minutos que disputó frente al Mirandés como punta del equipo blanquivioleta, la posición conocida como ‘nueve’.

«El entrenador me dijo que estuviera tranquilo, que jugara como en el partido de Copa, que me desmarcara y que me fuera a casa con la sensación de haber intentado meter un gol y ganar el partido. Acabé contento. Siempre lo dejo todo en el campo. Me dan 45 minutos y acabo muerto de tanto correr y pelear. Quieres marcar, quieres ganar. A veces se puede y otras veces, no», expone Guille Andrés, de vuelta a la competición después de ver íntegramente los dos últimos partidos del primer equipo desde el banquillo.

«Tenía ganas de jugar», admite. «Llevaba desde el partido de Copa del Rey sin tener tantos minutos. Participé con la Ponferradina al final, pero este es, como quien dice, mi debut en Segunda.Aquellos diez minutos tampoco fueron muchos...».

Perforar la zaga

La variante de colocar a Jeffren Suárez en la vanguardia salió muy bien como opción para desatascar al Real Valladolid ante el Girona, pero se demostró poco efectiva en Anduva El férreo sistema defensivo del Mirandés maniató bien al hispano-venezolano, que no tocó un solo balón dentro del área y permaneció lejos de la que se considera zona de influencia de un ‘nueve’. La única acción de peligro que protagonizó Jeffren como delantero centro llegó en un libre directo.

Guille Andrés, en cambio, encontró maneras de perforar la zaga rojilla en la segunda parte. El delantero del filial aprovechó el mejorado juego blanquivioleta, peinó un envío de cabeza que detuvo Razak, exhibió una nada desdeñable punta de velocidad en otro remate abortado por el portero ghanés, y tuvo presencia en el área y en sus inmediaciones. «Fue una pena que no lograra marcar yo o cualquier otro del equipo para ganar el partido, pero al final acabamos contentos con el punto», subraya el canterano.

Su compañero Óscar Díaz no perdió el ánimo en el descanso del choque ante el Mirandés, cuando Rubi comunicó en el vestuario que Guille Andrés era el elegido para ocupar la demarcación de delantero centro tras el fallido intento con Jeffren. «Es lógico que Guille tenga oportunidades y que demuestre que puede jugar aquí. Yo nunca voy a reprochar nada a nadie. El míster siempre hace las cosas por el bien del equipo. Al final se trata siempre del bien común. Lo alineó porque Guille es delantero, podía meter gol y debía aprovecharlo. Luego salí yo, todos lo intentamos, pero no pudimos pasar del 0-0», reseña.

Óscar Díaz apareció en el campo en el minuto 72 para suplir a Bergdich y cinco minutos más tarde intentó un rápido disparo que salió por encima del larguero. Cuando se le pregunta por el partido, bromea:«La primera parte no me salió como la segunda, está claro...». Luego, ya en serio, admite que el equipo jugó «un partido malo» en el que, pese a todo, obtuvo un punto. «Salimos un poco dormidos, pero lo importante es seguir arriba. Hay rivales que van a dejarse muchos puntos en Anduva. Este empate será bueno para nosotros si ganamos el próximo fin de semana».

Óscar Díaz se lamenta tras el último partido que disputó como titular ante el Girona en Liga.

Óscar Díaz se lamenta tras el último partido que disputó como titular ante el Girona en Liga. / Ramón Gómez

Óscar Díaz volvió a desenvolverse cerca de la banda derecha –como solía hacer antes de cubrir la baja del lesionado Roger Martí– y él, desde luego, no se queja. «Del centro del campo hacia adelante puedo jugar en cualquier sitio. Me tocó hacerlo ahí y estoy a disposición del míster para lo que me pida y para aportar cosas al equipo». A veces se le considera un ‘nueve’ forzado, casi preternatural, pero él no ceja en su empeño de buscar la portería contraria.

«Siempre intento armar el tiro, da igual que sea ante el Mirandés o en los partidos anteriores. Mi manera de jugar siempre va a ser la misma, tenga diez minutos, cinco, sea titular o no juegue en un mes. No cambiará. Quiero ayudar al equipo con goles y supongo que acabarán llegando...», confía el delantero madrileño.

La estela de Anduva

Guille Andrés espera aprovechar ahora la estela de su buen juego en Miranda de Ebro y sueña con una titularidad inminente, tal vez en Sabadell el próximo sábado. «Físicamente, me encuentro bien. Sé que no voy a tener tantos minutos como otros y siempre intento dar un poco más en los entrenamientos por si tengo que jugar de inicio. Lo de la titularidad corresponde al míster. Ojalá. Yo lo estoy dando todo por si cree conveniente ponerme en algún partido».

Al canterano le ha venido bien su llegada a la plantilla profesional: «En los primeros entrenamientos, estaba un poco perdido, porque la forma de trabajar del Promesas es diferente, pero luego lo asimilé en seguida. Entrenarse con esta gente te hace mejor jugador porque tienen un punto más de calidad, de velocidad, te obligan a pensar rápido y juegas a un nivel diferente. Sí que he notado una gran mejoría»

Mientras, Óscar Díaz sueña con convertir su sequía en un torrente de goles. «No hay otra manera de pensar. Es una automotivación que tenemos todos los delanteros. Abrir la lata y empezar a marcar. Mantengo esa esperanza y trabajo para ello».