El Norte de Castilla
Real Valladolid

desde la banda

Los tres sin

Hojeando el libro ‘Antes de que se me olvide’ de Juanma López Iturriaga, me ha llamado la atención la referencia a los «tres sin» que hace. Viene a decir que una de las claves del éxito personal es vivir sin nostalgias del pasado, sin victimismo y sin miedo al futuro.

Vivir sin nostalgias del pasado nos ayuda a disfrutar del presente. Y disfrutar del presente es el primer paso para que en un futuro no tengamos la tentación de tener nostalgia del pasado. Vivir sin victimismo nos ayuda a estar pendientes de nuestro trabajo. Las circunstancias son las que son y no sirve de nada lamentarse. Lo único valido es levantar la cabeza y mirar adelante.

Vivir sin miedo al futuro nos quita la responsabilidad de no responder a las expectativas creadas. Carlos Suárez lo ha traducido con la frase «ese puente lo cruzaremos cuando lleguemos al río». Pensar en lo que desconocemos resta energía, que hoy nos viene muy bien. Estas palabras no van dirigidas a los que salen cada partido con la camiseta del Pucela. Quiero que estas palabras las entendamos los que estamos en la grada. Y estamos no lo digo como plural mayestático; me incluyo en la crítica. Después del partido de Copa, mucha gente criticó las palabras del entrenador donde echaba en cara a la masa los pitos a dos jugadores. El miércoles se abrieron dos vías de agua en el barco. Una la abrimos los aficionados y la otra, tratando de cerrar la primera, la abrió el técnico. Los aficionados tuvimos nostalgia del pasado, fuimos victimistas y tuvimos miedo al futuro. Seguro que podíamos tener razón para las tres cosas, pero le doy la razón al mister, eso nos hizo más débiles.

Hay que ser ambiciosos porque tenemos motivos. Hay que ser críticos porque eso nos ayuda a mejorar. Pero hay que ser objetivos. Debemos valorar dónde estamos en vez de donde querríamos estar. Debemos valorar mas la actitud que el acierto. Vemos el fútbol con ojos de madridistas o barcelonistas y olvidamos que nuestro siete se llama Óscar Díaz y nuestro diez Óscar González y que en nada se parecen a Cristiano Ronaldo o Leo Messi. Rara vez la afición pierde partidos, de la misma forma que rara vez los gana. Pero somos los que creamos el ambiente para que los nuestros estén a gusto o jueguen con miedo a equivocarse. Es nuestra decisión.