El Norte de Castilla
Real Valladolid

LEJOS DEL ÁREA

Compromiso y margen de mejora

Finaliza un año cargado de altibajos para el deporte vallisoletano en el que los clubes más seguidos (sin contar con el rugby, siempre en la élite), descendieron a Segunda División. El mediocre Pucela de Juan Ignacio ha dejado paso a la esperanza, el balonmano se ha reinventado y empezado como nuevo club (sin olvidar el buen papel del Aula) y el baloncesto hasta cambió de nombre por los patrocinadores. Ha sido un año duro para una ciudad acostumbrada a probar las mieles, pero en la vida, como en el deporte, las alegrías y las penas no duran para siempre.

Finalizamos 365 días de derrotas, sinsabores y pocas alegrías, pero con la sensación de que 2015 podría ser diferente. Fútbol, baloncesto y balonmano han terminado con buenas sensaciones, ocupando los puestos altos y permitiendo que el nombre de Valladolid siga sonando por estadios, canchas y medios de comunicación; algo muy importante para los que, como yo, vivimos fuera de la ciudad.

Atrás quedan jugadores o técnicos poco comprometidos. Muchas ratas abandonaron el nuevo barco de plata, que se mantiene a flote, curiosamente, con la base formada por viejos conocidos. En Huerta del Rey siguen unos 'chavales' llamados Ávila y Fernando, que comandados por un joven entrenador vallisoletano, continúan dando buen balonmano a una ciudad ávida de este bello deporte. En el caso del baloncesto ocurre algo parecido; una mezcla de veteranía y juventud, liderada por Fisac, da la cara pese a los problemas económicos. Y en el fútbol, tres cuartos de lo mismo, los Ebert, Heinz y Alcatraz han dejado paso a nombres que ilusionan como Varas, Mojica o el lesionado Roger; gente que completa una estructura que en Pucela se sigue sosteniendo gracias a los de siempre.

Quédense con este dato: dos de los mejores partidos este año han sido frente al Fútbol Club Barcelona. En uno, en Primera, ganamos con un tanto de Rossi, mientras que el pasado domingo humillamos al filial catalán, esta vez en Segunda. En ambos encuentros, disputados con más de nueve meses de diferencia, estaban sobre el campo tipos como Óscar, Rubio, Rueda, Valiente y Peña.

Cambian las rachas, cambian las divisiones, pero nunca está de más tener a gente comprometida en tu plantilla. Llegan las vacaciones y hay mucho margen de mejora para todos nuestros equipos. Toca apuntalar conceptos, hacer algún retoque y no olvidar de dónde venimos y qué queremos ser.