El Norte de Castilla
Real Valladolid

real valladolid

Tebas, vete ya

Se ha puesto de moda en los últimos partidos de liga que en el minuto doce la afición grite: «Tebas, vete ya». La iniciativa, que nace de un grupo de aficionados de distintos clubes, está motivada por «la situación actual de nuestro fútbol en general y por las últimas medidas impuestas por Javier Tebas en contra de la animación en particular», según la nota de estos aficionados.

No seré yo el que defienda a Javier Tebas a estas alturas. Me parece una de esas personas que no tienen ni una mala palabra ni una buena acción. Abogado de la mayoría de los clubes en proceso concursal y asesor de Piterman o Ruiz Mateos, Tebas vive del desorden del fútbol. Solo por representar al G-30 cobraba mil quinientos euros de cada integrante al mes. Así que mi opinión es que Tebas debe estar muy lejos del fútbol porque no puede dirigir ningún deporte quien solo está pendiente de su cuenta corriente.

Pero yo me niego a secundar ese grito del minuto doce. Después de muchos años en contra de él, no le voy a exigir que se vaya por una de las pocas cosas con las que estoy de acuerdo de su gestión. Ese comunicado de ese grupo de aficionados, que no representa ni siquiera a Aficiones Reunidas, está tan vacío de contenido que es revelador. Gritar «Tebas, vete ya» por la situación del fútbol en general es tan fatuo como pedir la paz en el mundo en un discurso durante la elección de Miss Alabama.

Al menos se quitan la careta en el segundo punto. Es por las medidas en contra de la animación que se han impuesto después de los bochornosos sucesos de aquella triste mañana cerca del Calderón.

Quizá las medidas puedan parecer ridículas, y los medios, insuficientes, pero el fin es lo suficientemente noble como para apoyarlo sin fisuras. Erradicar la violencia del fútbol debe ser objetivo de todos. Cuando hablo de violencia incluyó la violencia verbal. Una cosa es la rivalidad y otra bien distinta son los gritos que con frecuencia se escuchan en las gradas.

Tebas, vete ya. Vete por echar a la gente del campo, vete por trabajar para las plataformas televisivas en vez de trabajar para mejorar el fútbol. Tebas, vete ya por usar el fútbol para tu propio enriquecimiento. Pero antes, puedes quedarte si es para echar del fútbol a quien como tú lo usa para sus intereses, que pocas veces tiene que ver con animar a su equipo.