El Norte de Castilla
Real Valladolid

PUERTA 17

Buscando el ADN

Creo que ni podemos ni debemos conformarnos con la actual trayectoria del Real Valladolid y que solo hay que repasar la historia del club para afirmar que el Pucela en la Liga Adelante siempre es un candidato al ascenso a Primera División. Si, por el contrario, hemos iniciado una reconversión del estatus de nuestra entidad hasta ser un equipo de zona media en Segunda División les reconozco que me va a costar mucho asumir este rol.

Alejados los fantasmas de la conspiración del estamento arbitral contra el Real Valladolid, el partido ante el Nástic de Tarragona evidenció problemas del equipo que parece vivir un debate interno entre lo que quiere Garitano y la naturaleza de los jugadores que tiene. De momento, ni somos un equipo peligroso en transición ni tampoco en ataque posicional, aunque no hay que obviar que el equipo defensivamente no pasa demasiados apuros y las ocasiones rivales son escasas. Pero pasadas seis jornadas, el equipo sigue buscando ese ADN ofensivo que genere mayor productividad en esta fase del juego.

No es nueva ni escondida mi predilección por Óscar González, pues siempre me ha parecido nuestro mejor jugador, y así me lo sigue pareciendo. Sospechoso habitual de apatía y falta de compromiso, Óscar lleva más de cincuenta goles desde su vuelta al Pucela y creo que debería tener un crédito casi ilimitado, pues nos ha demostrado que el mejor Real Valladolid coincide con el mejor ‘Fosky’, como es conocido en el vestuario blanquivioleta.

Mientras los últimos fichajes siguen sin ganarse minutos para Garitano, no parece mal plan mantener una columna vertebral y buscar potenciar las pocas individualidades que el equipo tiene. Parece que Mojica sigue empeñado en confirmar que su nivel real es más el de la segunda vuelta que el de la primera de la temporada pasada; Guzmán puede ser un buen complemento en ataque y Rodri sigue lejos de su mejor versión, a pesar de su buen gol en Soria. De momento, solo Juan Villar parece dar ciertas garantías de cara a gol.

Por eso creo que el equipo está aún en el cascarón y no sabremos si terminará por romper hacia los puestos nobles. La afición vive entre la incertidumbre y la paciencia pero con ganas de saber a qué atenerse en esta temporada. El reto para Garitano es doble: enganchar a una afición escéptica y conseguir acercar al Pucela a lo más alto de la clasificación. Y creo que ambas cosas son más fáciles con Óscar en el campo.