El Norte de Castilla
Real Valladolid

en blanco y violeta

El doble bautismo de Rafa Benítez

Rafa Benítez, durante su etapa en el Real Valladolid en 1995.
Rafa Benítez, durante su etapa en el Real Valladolid en 1995. / Ramón Gómez
  • Hace ahora dos décadas, el actual entrenador del Real Madrid cogía las riendas del Real Valladolid para jugar en Primera en la Liga de 22 equipos. Tras un septiembre de sequía, cinco jornadas tuvieron que pasar hasta que Alen Peternac anotara el primer gol del equipo en liga

El actual entrenador del Real Madrid Rafa Benítez debe mucho sin duda al Real Valladolid. Fue este el club que le hizo debutar en Primera división a pesar de que se le firmó para jugar en Segunda. Luego vendría la liga de 22 equipos y el hecho de que, sin quererlo, el Pucela se vio en la máxima división con un plantel, se decía, que por su juventud había sido configurado para la categoría de plata.

A los jugadores les comunicaron que estaban en Primera en plena concentración de pretemporada en Los Ángeles de San Rafael (Segovia). Los primeros en comunicárselo casi fueron los empleados del hotel cuando regresaban de un entrenamiento. La noticia de la Liga, los descensos administrativos y las manifestaciones en las calles de Sevilla, Vigo, Albacete y Valladolid, las cuatro ciudades implicadas con sus equipos, eran de alcance nacional. Es por ello que era vox pópuli. Sin embargo, los futbolistas no se lo creyeron hasta que les dijeron que había sido cosa de Marcos Fernández. Entonces sí.

Benítez, que había llegado al Valladolid con jugadores del filial del Real Madrid como Marcos, Santamaría, Fernando o Antía, iniciaba el calendario liguero ese año, temporada 95-96, contra un hueso duro: el FC Barcelona de Johan Cruyff que en casa, le endosó un 0-2 con goles del rumano Popescu y de Iván De la Peña.

En la segunda jornada, esperaba el Valencia a domicilio. Los valencianos que estaban entrenados por otra figura mítica, Luis Aragonés, vencían con un solitario gol de Gálvez.

En el tercer enfrentamiento, sin contar los encuentros de Copa del Rey, el Valladolid recibía al Compostela de otro de los técnicos luego conocidos por esta afición: Fernando Vázquez. Un empate a cero fue el resultado final. Así que llegaba el cuarto de los envites con el equipo jugando ante el Salamanca de Juanma Lillo, que había hecho un meteórico ascenso de Segunda B hasta Primera. Y el resultado: un nuevo empate sin goles.

Cuatro jornadas de liga, trescientos sesenta minutos, y cero goles a favor. Tal vez aquí comenzara un sambenito que luego ha perdurado y le ha acompañado a Benítez en gran parte de su carrera deportiva allá donde ha estado, sea Valencia, Liverpool, Inter de Milán, Chelsea o Napoles: sus equipos son defensivos y atacan poco. Todo hecho, dicho sea de paso, bastante discutible o por lo menos opinable.

Hubo que llegar, entonces hasta la quinta jornada, coincidiendo en fechas más o menos con las actuales, finales de septiembre, primeros días de octubre de 1995 (hace ahora justo veinte años) cuando el Real Valladolid se imponía por 3-0 al Tenerife que dirigía el alemán Jupp Heynckes. El croata Alen Peternac fue el autor de esa primera diana en el minuto 28 de partido. Luego anotaría Quevedo y finalmente Asanovic saliendo del banquillo. Ese día, la alineación de Benítez fue César, en portería, Vara, Santamaría, Marcos, Antía; Torres Gómez, Fernando, Gutiérrez, Quevedo, Peternac y Fonseca.

En el Real Madrid sub-19, Rafa Benítez había sido campeón de Copa y de Liga con jugadores que luego alcanzaron muchos, casi la totalidad, la Primera División como Víctor, Sandro, Marcos… Luego llegaría al filial blanco y, tras asomarse con Del Bosque al primer equipo del Real Madrid como segundo cuando fue destituido Benito Floro, en el año 1995 oficializó el fichaje por el Real Valladolid. Cuenta alguno de los jugadores que con él estuvo en ese equipo filial merengue que los contrarios les trataban como ‘iluminados’. Hacían entrenamientos atados con gomas para que la línea no se resquebrajara. Esas y otras cosas que luego se han visto en otros equipos, ya el técnico madrileño las ponía en práctica en esos años 90.

Muy preocupado por la táctica, Benítez ya veía entrenamientos de Pacho Maturana aunque no comulgó con su línea curva, sino que él hacía otra variante. Así que cuando se dice que al colombiano Maturana, estando en el Valladolid, Arrigo Sacchi y Capello venían a la grada a ver sus entrenamientos. No solo eran estos: También Benítez y también Lillo eran de los asiduos.

Benítez estuvo 23 jornadas en el primer equipo del Real Valladolid. Fue destituido un 24 de enero de 1996. La escuadra jugaba muy bien pero no era capaz, tal vez por su bisoñez, de sacar los partidos adelante. La puntilla fue la derrota en el segundo partido de la segunda vuelta ante el Valencia. Un 2-5, con tres goles de Gálvez y dos de Fernando. El Valladolid era último y descolgado once puntos de la salvación.

En la sombra Vicente Cantatore, en la jornada 24 dirigía al equipo Antonio Santos que se estrenó con victoria por 1-3 frente al Compostela. Se cuenta que el técnico chileno vio el equipo y le dijo a Santos que jugara con cinco defensas, o tres centrales y dos carrileros, como se quiera ver. Dio resultado. Luego fue llegar Cantatore y comenzar la escalada en una Liga en la que la victoria era de dos puntos para acabar la temporada fuera de los puestos de descenso y promoción.