Acertó de pleno el presidente del Real Valladolid, Carlos Suárez, cuando al término del partido que el Pucela empató con el Numancia, después de que el colegiado anulara dos goles al conjunto blanquivioleta, comentó que «si hablo lo mismo me ponen una multa de 1.500 euros y solo hemos hecho 600 de taquilla». Parece que el Comité de Competición se ha hecho eco de sus palabras, ha mirado con lupa lo que el colegiado Figueroa Vázque puso el acta y ha decidido proponer una sanción al presidente y al delantero de 1.500 euros a cada uno por sus declaraciones tras el encuentro jugado el pasado 21 de febrero en Zorrilla. Ante esta propuesta, el club tiene 10 días de plazo para presentar alegaciones.
Suárez afirmó que «parece ser que tendremos que hacer seis o siete goles para ganar los partidos, porque haciendo cuatro legales, no vale. He visto en la tele las repeticiones y los dos goles que nos han anulado eran legales. Pero si digo que el árbitro está dirigido y que su actuación ha sido adrede nos ponen 1.500 euros de multa y como hemos hecho 600 de taquilla, no me la puedo jugar. El arbitraje lo ha visto todo el mundo y los que tengan que interpretar, que interpreten. Yo ya no voy a opinar, porque me hace mucha falta el dinero para dar de comer a mi gente». También el presidente aludió a que si se comprobaba que él no iba en ninguna candidatura a la presidencia de la RFEF, «quizas esto empezaba al cambiar».
En términos más duros también se expresó el delantero Roger y el Comité de Competición no ha dudado en sancionarle también con 1.500 euros. EL delantero blanquivioleta lamentó la actitud del colegiado Figueroa Vázquez. «No sé si estará bien decirlo o no, pero ha venido para reírse de nosotros. Desde el primer momento hacía bromas como si el partido no tuviera importancia y nosotros nos estábamos jugando la vida. Creo que esas cosas sobran. Luego me han dicho los dos goles que nos anularon habían sido legales, pero solo queda pensar en el siguiente partido, porque no hay más», y fue más allá cuando comentó que «cada vez que había una jugada o alguien se caía al suelo, hablaba en tono de broma e incluso diciéndole cosas al doctor... Creo que esa actitud, cuando nos estamos jugado tanto, sobran en un partido».
Así pues, el Comité de Competición ha considerado ofensivas esas declaraciones y ha decidido sancionar a ambos con 1.500 euros, si bien tanto el club como el jugador disponen de 10 días para hacer alegaciones y recurrir la sanción.