El Norte de Castilla
Real Valladolid
Caricatura de Andrés Pedrejón.
Caricatura de Andrés Pedrejón. / Santiago Bellido

En blanco y violeta

Un ‘Marco Polo’ blanquivioleta

  • Andres pedrejón, profesor de educación física

  • Tras seis años trabajando en las categorías inferiores del Real Valladolid como preparador físico y luego en la Escuela Internacional, Andrés Pedrejón ha iniciado un espectacular proyecto educativo en China impulsando el fútbol desde los colegios

Es incontestable que el fútbol está llegando a China a través de la televisión y sus esfuerzos en la difusión. En formato espectáculo televisivo. Sin embargo, al margen del mastodonte de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) también existen otras pequeñas necesarias aportaciones para que el universo fútbol recale y cale en ese Oriente. La enseñanza desde la base, en los colegios, en el aprendizaje, en los niños. La casa por los cimientos o por el tejado. O el mucho más escatológico dicho del buey y las cien golondrinas. Solo que las golondrinas son primordiales si se quiere abonar (nunca mejor dicho) la tierra donde nazca este deporte. A pesar de que al buey se le note más.

Andrés Pedrejón es un vallisoletano licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad Europea Miguel de Cervantes, y Máster de Preparación Física en Fútbol por la RFEF, que dejó seis años de trabajo en la cantera del Real Valladolid y en la Escuela Internacional para lanzarse desde el verano pasado a un proyecto en China, concretamente en Jiaxing, en la provincia de Zhejiang, una de las más ricas. Jiaxing es una población de 800.000 habitantes que en España sería una gran urbe pero que allí se la considera una ciudad de tercera. Como un pueblo. A mitad de camino entre Hangzhou y Shanghai, está llena de canales que la cruzan en ambos sentidos. Al estilo de Venecia, como el lugar de nacimiento de Marco Polo. «La experiencia es espectacular. La cultura es muy diferente –relata Andrés–. Aquí se tiene mucho aprecio por los extranjeros. Han sufrido una gran evolución a lo largo de los años, pasando de una sociedad rural y poco industrializada a una adaptación más occidental en cuanto al estilo de vida. Todo contacto con personas de lejos les resulta muy gratificante».

Andrés es profesor de educación física de nada más y nada menos que 1.200 alumnos de Secundaria (entre 15 y 19 años) divididos en tres grados o cursos diferentes. «El aprendizaje anterior me viene muy bien porque el fútbol aquí está más que en pañales», dice Andrés. «Se está impulsando este junto con la educación física. Actualmente las clases son muy militaristas y anticuadas; estamos tratando de incluir unos fundamentos mínimos para ir creando una base de jugadores», señala.

El idioma fue un hándicap importante para él. «Estuve estudiando un año chino para no partir de cero. Luego he comprobado que se habla mucho más rápido de lo esperado y que el inglés, aunque aquí el nivel no es malo, les da mucha vergüenza hablarlo y te tienes que ganar su confianza para que se suelten».

El fútbol es para ellos hasta la fecha un deporte secundario, por ello incluso el presidente de la República Popular China, Xi Jingping, está queriendo promocionar su desarrollo y tratando de que la población vea al fútbol como un deporte principal al nivel del bádminton, el baloncesto o el tenis de mesa, que se juega en cualquier sitio y a cualquier hora.

Andrés tiene su plan. Quiere, primero, acercar y popularizar el fútbol a través de torneos y entrenamientos; luego, crear hábitos de fútbol y dar mucha importancia a la técnica. «La forma que tienen aquí de jugar es muy primitiva. Se limitan a dar patadas sin sentido al balón. Poco a poco van entendiendo lo que dijo el argentino Cesarini: ‘El fútbol nace en la cabeza, pasa por el cuerpo y baja hacia los pies’. Y así, desde la importancia de la técnica, poder dominar el balón, pasarlo entre sí y de esta manera dominar el juego». En tercer lugar, lograr instaurar una escuela de 6 a 12 años de edad y, por último, realizar jornadas de visualización de partidos importantes, como por ejemplo se hizo con el ‘clásico’ o con las eliminatorias de ‘Champions League’. Las ganas de aprender de los chicos son excepcionales, pero deben asentar los gestos técnicos. También el ritmo de juego es muy lento y con muy poca participación. «Les resulta extraño y no están preparados para tocar el balón con tanta frecuencia», dice Pedrejón.

Del fútbol español, mayoritariamente conocen el Barcelona y el Real Madrid y sus respectivos ídolos como Messi (o ‘Meisi’ como pronuncian ellos) y Cristiano Ronaldo (‘Lonaldo’ que dicen ellos también). Durante las primeras clases y entrenamientos, Andrés les estuvo explicando la ciudad de donde provenía y la tradición futbolera de la misma. En principio, no conocían nada de Valladolid ni del Pucela, pero a través de vídeos del estadio o de partidos recientes han empezado a apreciar todo el fútbol español. Y la semilla ha cuajado: «Después de los primeros meses, muchos alumnos siguen por Internet los partidos del Real Valladolid y hasta me comentan el resultado», relata Andrés. Jiaxing es ya un poco territorio conquistado por la blanquivioleta.