El Getafe dio la réplica al Pucela de su victoria ante al Mirandés en Zorrilla en la pasada jornada. Tras la goleada a los ribereños el pasado domingo, los de Paco Herrera recibieron un severo correctivo en el Coliseum, donde perdieron por 3-1 y la esperanza de superar esa reválida de tres victorias seguidas que se le resiste. Ante el Getafe parecía que tenía potencial para acabar con esa maldición, y con esa sensación se desarrollaron los primeros minutos en el campo del Getafe. Jose, Mata y el propio Jordán pusieron a prueba a Alberto en la primera parte en la que durante los primeros minutos parecía que el Real Valladolid podría reeditar la victoria en Mallorca de hace dos jornadas: tal era el acoso al que sometieron al área local.
Las sucesivas ocasio
nes se perdían, a veces, incomprensiblemente. No se habían cumplido los dos minutos de juego cuando Jose no llegó por centímetros a un balón servido por Mata desde la derecha. Era la primera oportunidad pucelana. Después fue Villar, por la derecha el que no resolvió un cara a cara con el portero, ya casi en la línea de fondo. Al curto de hora fue Míchel el que no logró controlar un balón dentro del área. La primera parte terminó con un chutazo de jordán que se dirigía a la escuadra derecha de Alberto y que el portero local despejo de forma espectacular.
Bien es cierto que en el minuto 34 Molina alojó el balón en la portería de Becerra, aunque el fuera de juego era tan manifiesto que apenas se protesto la anulación de la jugada. El propio Molina ya había avisado en el minuto 19. Lo cierto es que la presión del Real Valladolid fue reduciéndose a medida que pasaban los minutos y demostraban su falta de acierto.
Desarmados tras el descanso
La reanudación del juego fue fatal para el Pucela. Lo peor de la primera parte, además de la falta de puntería, fueron las dos tarjetas amarillas que vieron Jose y Mata. Este último, además, estaba acelerado y corría peligro Herrera de quedarse en inferioridad porque el duelo del delantero madrileño con Cata hacía presumir nuevos choques. A los siete minutos fue Lichnovsky el que vio la amarilla por un manotazo a un contrario cuando corría hacia en fondo de la banda. Dos minutos después Paul Antón cabeceaba al fondo de la portería de Becerra el saque de la falta. El desconcierto fue tal que, seis minutos después Pacheco remata sin oposición un pase de Damián desde la derecha para poner el 2-0 en el marcador. Se habían perdido la precisión y la conexión entre líneas. Herrera cambió a Mata y Jose por De Tomás y Ángel. Parecía que reaccionaba el Pucela y en el 75 Villar clavó un gol de volea, con la izquierda a un envío de Míchel con la cabeza. Volvía la esperanza al banquillo pucelano, pero apenas duró unos segundos. El Valladolid perdió la ocasión de rehacerse porque no habían transcurrido dos minutos cuando Portillo, tras sacar del centro, envía un balón a Molina que se planta frente a Becerra y le bate por tercera vez. Era el final. El Getafe endureció, si cabe, el partido. Lo interrumpió constantemente y una lesión de Lacen en su área mantuvo detenido el encuentro durante muchos minutos. Hasta el punto de que el árbitro añadió seis al final. El Valladolid estaba roto y, entonces, sí, impotente ante los de Bordalás. Se acabó el sueño de alcanzar los puestos de 'play-off' antes de finalizar el año.
Declaraciones de Paco Herrera después de la derrota.
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