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De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Caro, Salisu, Moi, San Emeterio, Luismi, Álvaro Aguado, Moi Domínguez, Mayoral y Chris Ramos. El Norte
Nueve jugadores del Real Valladolid se enfrentan en pretemporada a su primer examen del curso

Nueve jugadores del Real Valladolid se enfrentan en pretemporada a su primer examen del curso

Los entrenamientos y los amistosos servirán a Sergio para definir el destino de muchos jugadores que vuelven de sus respectivas cesiones o que no han tenido minutos en la última temporada

J. A. Pardal

Valladolid

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Lunes, 1 de julio 2019, 13:12

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Los futbolistas apuran en estos días sus últimas jornadas de vacaciones, a punto de desenchufar de la pared el cargador que les debe llenar hasta arriba el porcentaje de batería de cara a una temporada muy larga y exigente que discurrirá desde mediados de agosto hasta allá por el 15 de mayo.

Como deportistas de élite que son su descanso habrá sido activo porque la exigencia es altísima dentro de un deporte como el fútbol con una competencia grande y en el que el mínimo despiste puede relegar a cualquier jugador a un segundo plano. Ese fenómeno puede ocurrir especialmente dentro de una plantilla sin estrellas y tan uniforme como la del Real Valladolid, así que para muchos de sus jugadores la pretemporada no es solo una época de trabajo intensivo en la que ponerse a tono tanto física como tácticamente, sino que están obligados a demostrar cada día su valía.

Es el caso al que se enfrenta buena parte del plantel pucelano, al que se incorporan los cedidos Fede San Emeterio, Álvaro Aguado, José Antonio Caro, Chris Ramos, Antonio Domínguez y David Mayoral, mientras que otros como Luismi o Salisu deben dejar claro que se merecen un puesto en el equipo o plantearse una solución para seguir creciendo profesionalmente.

San Emeterio, Aguado y Caro aterrizan de formas muy diferentes en Valladolid tras su temporada en Segunda en Granada, Córdoba y Albacete, respectivamente. El primero de ellos, mediocentro defensivo, ha sido fundamental en el conjunto nazarí que terminó logrando el ascenso pero en su nuevo club se tendrá que batir el cobre con jugadores consolidados como Rubén Alcaraz o Anuar e incluso con Luismi, que en el los últimos 16 meses ha disputado tan solo tres encuentros, castigado por las lesiones. Apodado El Cemento, a San Emeterio se le exigirá la máxima entrega física y una colocación aún mejor, si cabe, en un sistema de juego en el que son fundamentales las ayudas defensivas y en el que el equipo sufre cuando entre los centrales y los delanteros hay demasiados metros de distancia.

El caso de Aguado es similar, aunque el centrocampista ofensivo no ha jugado prácticamente en los últimos meses debido a una lesión. El jienense puede convertirse en un buen refresco para Míchel o incluso actuar en la mediapunta, donde tendrá bastante más competencia con la presencia de Plano, Toni Villa o Antonio Domínguez. Su zona es fundamental en el esquema de Sergio, que tiene predilección por el clásico 4-4-2 que el año pasado terminó construyendo desde la dupla Alcaraz-Míchel en el eje, por detrás de Sergi Guardiola y Enes Ünal.

José Antonio Caro, por su parte, no ha jugado todo lo que le gustaría en Albacete, donde su figura ha estado a la sombra de la de Tomeu Nadal (al que solo ha relevado en tres partidos en los que encajó 8 goles). Su misión es la de elevar la competitividad en una portería donde Masip parece inamovible tras perderse solo tres partidos de liga de los últimos dos cursos. De manera sucesiva, el catalán le ha ganado la partida a Isaac Becerra y a Yoel, que llegó del Eibar para ponerle las cosas difíciles y terminó logrando la titularidad en la jornada 32 tras un bajón del ex del Barça, pero la volvió a perder después de dos partidos con luces y sombras.

Si Caro convence podría quedarse como segundo portero pero, si este extremo no se diera, el club buscará traer a otro meta.

En su segunda pretemporada consecutiva con el equipo se encontrarán a partir del sábado Moi, Antonio Domínguez, David Mayoral y Chris Ramos, que se juegan su futuro de blanquivioleta.

Moi es el único que ha completado el curso en el primer equipo, pero lo hizo porque no se le encontró un sustituto en el mercado de hace doce meses. Cumplidor en los tres partidos de liga y otros tantos de Copa que ha disputado este año, deberá demostrar que ha crecido futbolísticamente para que el equipo no busque otro lateral izquierdo que supla a Nacho.

Domínguez y Mayoral, por su parte, lo tienen complicado ante el alto número de efectivos que posee la plantilla en esas zonas de juego. Del primero ya se conoce su buen trato de la pelota y excelente golpeo, pero se le pide más trabajo en defensa y un mayor despliegue físico. Del segundo, gusta mucho su potencia y velocidad, pero necesitará mucha más continuidad que la que ha sido capaz de disfrutar durante las últimas dos temporadas, donde ha sufrido con las lesiones y no ha terminado por encontrar su mejor versión.

Chris Ramos ha completado una gran temporada en Sevilla en Segunda B y ahora está obligado a confirmar que ha crecido tanto en su capacidad de asociarse con los compañeros como en contundencia física y olfato goleador, sus principales debes durante los meses que formó parte del Real Valladolid.

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