El Promesas sumó ayer por primera vez en la temporada tres puntos ante el rival más débil el grupo, a tenor de la clasificación -el Rápido de Bouzas revalida la condición de colista- en un encuentro en el que mostró su superioridad en el juego, pero no logró marcar hasta el minuto 86. Kike, que había anunciado en dos ocasiones a balón parado su intención de abrir el marcador, protagonizó en los últimos minutos del partido una gran jugada que culminó con un disparo raso cruzado que abrió el marcador con el gol definitivo de la victoria.
Samuel; Apa (Miguel, min. 66), Mario, Salisú, Corral; Raúl Navarro, Javi Pérez (Alberto, min. 46); Pablo (Zalazar, min. 73), Kike, Waldo; y Pedrosa.
Brais; Adrián, Vitra, Iago López (Kiko, min. 17), Cotilla; Antas, Sergio Santos (Antoni Mas, min. 73); Rodrigo Alonso (Pablo Carnero, min. 58), Yelco, Youssef; y Edgar.
El Pucela había demostrado en la primera parte su superioridad. Solo en los primeros minutos el Rápido de Bouzas intentó desmentir su mala fama y sus limitaciones -tres derrotas en sus primeros partidos, incluido uno de Copa- con un par de acercamientos a la portería defendida por Samu, sin consecuencias. El resto de la primera parte fue un constante medrar del Real Valladolid B, una sucesión de amagos que no consiguieron materializarse en una superioridad en el marcador.
El equipo gallego, consciente de su inferioridad, se mostró especialmente duro, como demuestra el acta arbitral -ocho amarillas para los visitantes, incluida la doble a Antas que abandonó el terreno de juego en el minuto 88.
Entre los minutos 22 y 33, Pedrosa, Kike, Waldo y Pablo tuvieron en sus botas otras tantas posibilidades de abrir el marcador, en una sucesión de ocasiones propiciadas por una superioridad aplastante que no llegaron a concretar. Kike, volvió a tener su oportunidad seis minutos antes de marcar en el segundo tiempo con un lanzamiento a balón parado que certificó sus cualidades como lanzador. Pero mientras el Real Valladolid ponìa el juego, el Rápido de Bouzas se cargaba de amarillas con un juego marrullero que a punto estuvo de sacar de quicio a varios jugadores locales.
Cuando mejor estaba el equipo visitante llegó el gol de Kike. En la segunda mitad, los gallegos parecieron haber descubierto que el Real Valladolid podía ser superior pero no más efectivo de cara a puerta. Y se envalentonaron, dominando por momentos el partido.
Disfrutaron los de Jorge Otero de algunas buenas ocasiones que no materializaron por su falta de calidad y cuando toda hacía indicar que los Anexos no podrían celebrar más que un nuevo empate., Kike remató una gran jugada de ataque con un tiro cruzado que supuso el primer gol.
El Real Valladolid B se puso las pilas y un par de minutos más tarde Miguel y Waldo, en una gran jugada, consiguieron un nuevo gol que el árbitro anuló por fuera de juego.
La victoria hizo justicia al juego presenciado en los Anexos, donde la zaga pucelana estuvo firme y el ataque demostró más cualidades que eficacia, con un enorme Pablo, un buen Miguel y un efectivo Kike que demostró no solo sus posibilidades a balón parado, sino su eficacia en cualquier punto del ataque. Todos: Apa, Mario, Salisu, Navarro, Pablo, Javi Pérez... demostraron que el Promesas no son solo son individualidades, sino también equipo.