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Sergi Guardiola, en su debut con la camiseta del Valladolid ante el Celta. Villamil
Volvió el fútbol

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Lejos del área ·

El autor del artículo incide en el perfil competitivo del equipo de Sergio González y pide un período de adaptación para Sergi Guardiola pese a su buen comienzo

tony pola

Valladolid

Martes, 29 de enero 2019, 12:45

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Tras una semana de fichajes y protestas, el Pucela de Sergio volvió a demostrar en casa que, cuando se dedica a jugar como sabe, es un conjunto muy difícil de doblegar. No obstante, cuando sale dormido o le afectan cuestiones como el VAR (la acción con las tarjetas rojas, por cierto, pasó de puntillas para las cámaras de la Liga), adquiere un tono vulgar. La buena noticia es que, no me canso de decirlo, rara vez le perdemos la cara a los encuentros.

El conjunto blanquivioleta supo sobreponerse al error de un Míchel que no jugará ante el Huesca. Será una buena oportunidad, si no se ficha a un medio creativo, de ver a otros jugadores en su posición. Toni, siento decirlo, también ha bajado algo su nivel en estos últimos encuentros, mientras que Keko se está ganando a pulso ser titular.

De igual manera, para la esperanza nos queda la buena sintonía que mostraron Plano y Guardiola. Óscar, ahora mismo, es una pieza fundamental para un equipo que si aprovecha esta conexión (ambos jugadores coincidieron en Alcorcón), acariciará la salvación. Pese a que Sergi ha demostrado recursos, vamos a darle al ex del Getafe unos cuantos partidos de adaptación. Recuerdo a fichajes invernales como Pereira que comenzaron impresionando y que más tarde se estancaron.

En todo caso, los tres puntos conseguidos suponen un auténtico balón de oxígeno en una Liga que no espera a nadie. No hace mucho algunos daban por hundido a un Athletic al que ahora, con solo un punto más que los nuestros, ya sitúan cerca de Europa. Ni blanco ni negro. Ni la mala racha del Pucela podía achacarse solo al VAR y al bajo rendimiento de sus delanteros, ni hay que obviar que nos han perjudicado y que es vital que el nuevo nueve aporte más que los anteriores.

Ante el Huesca, otra oportunidad para volver a hablar sobre el campo y para asestar un golpe de gracia a un rival directo; un Huesca que ascendió por delante del Valladolid y que ahora tiene menos de la mitad de puntos que nosotros. La semana pasada pedía que el bosque de los errores arbitrales no impidiese ver que el Pucela tenía que mejorar su juego. La segunda parte ante el Celta debe ser ese camino a seguir, el de un equipo que, si permanece centrado en jugar, es todo un reflejo de lo que es su técnico, un tipo trabajador y comprometido con la causa.

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